La Policía ha intervenido un falso Goya que sus propietarios, dos hermanos de Girona, pretendían vender por cuatro millones de euros a un jeque árabe, que a su vez les estafó entregándoles 1,7 millones de francos suizos que también resultaron ser falsos. Además, deben 300.000 euros a un prestamista que les adelantó el dinero para abonar los honorarios del intermediario que contactó con el comprador.

La investigación arrancó en diciembre de 2014 cuando la Policía fue alertada por el Servicio Aduanero de Avignon (Francia) de que habían interceptado a dos ciudadanos procedentes de la ciudad italiana de Turín con 1,7 millones de francos suizos (1,5 millones de euros), que resultaron ser falsos y que habían obtenido como paga y señal por la venta de Retrato de Antonio María Esquivel, de Francisco Goya. Se dieron cuenta del engaño al intentar ingresar el efectivo en un banco de Ginebra (Suiza).

Los dos hermanos sabían que el cuadro no fue pintado por Goya pues, tras un juicio celebrado en diciembre de 2006, la Audiencia de Girona sentenció que no era del pintor zaragozano en base al dictamen de la principal experta en este artista. Los hermanos habían comprado el lienzo tres años antes por 270.000 euros, si bien solo abonaron 20.000 euros como anticipo y dejaron el resto pendiente a la espera de que se certificara la autoría.

El año pasado, los hermanos decidieron vender el cuadro como si fuera un original, para lo que utilizaron el mismo certificado de autenticidad que en su día utilizó la persona que les vendió el lienzo, y que la Audiencia invalidó en 2006. A través de un intermediario encontraron a un comprador: un jeque árabe con el que se reunieron en Turín. Una vez allí, el comprador les entregó 1.700.000 francos suizos como paga y señal (que en su mayoría resultaron ser fotocopias), y los vendedores telefonearon a un industrial prestamista de Girona, con el que habían hablado anteriormente, para que entregara 300.000 euros en efectivo al intermediario en concepto de honorarios.

Las investigaciones, a cargo del Grupo de Patrimonio Histórico de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, culminaron con la imputación por un delito de estafa de los dos hermanos que pretendían vender el falso Goya, y la incautación del lienzo. El caso sigue abierto para dar con el intermediario y el supuesto jeque árabe que les estafaron 300.000 euros.