Rusia ha comenzado a suministrar gas a los separatistas del este de Ucrania por "motivos humanitarios" tras alcanzar un acuerdo con las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, que acusaron a Kiev de cortarles el flujo de gas.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha dado este jueves la correspondiente orden al consorcio gasístico Gazprom, que bombeará 12 millones de metros cúbicos diarios.
"Por decisión de las autoridades ucranianas una serie de ciudades no están recibiendo gas. La gente no puede congelarse", dijo Medvédev, cuya portavoz aseguró seguidamente que el suministro tendrá un carácter comercial.
El envío del gas ha comenzado este jueves después de que las autoridades ucranianas cortaran el miércoles, el suministro a las zonas prorrusas.
"Por nuestro territorio pasan dos hilos del gasoducto Moscú-Stávropol. Las necesidades de gas en Lugansk son de 5 millones y las de Donetsk ascienden a 7 millones (de metros cúbicos diarios), sin contar la industria", dijo Guennadi Tsipkalov, primer ministro separatista en Lugansk.
Las autoridades separatistas de Lugansk habían levantado la voz de alarma al advertir de que si no recibían en cuestión de horas nuevos suministros de gas el territorio bajo su control entraría en una "nueva edad de hielo".
"Acaban de informarnos de que Ucrania nos ha cortado el gas. Las reservas sólo llegan hasta la hora del almuerzo. Sin lugar a dudas, ésta es una violación de los acuerdos de paz de Minsk", aseguraba Vladislav Deinego, negociador jefe de los separatistas de Lugansk.
El motivo de la suspensión
Mientras, la compañía estatal ucraniana Naftogaz explicó que el motivo de la suspensión del bombeo fueron los daños sufridos por el gasoducto durante los combates entre las fuerzas gubernamentales y las milicias prorrusas.
"La reanudación del suministro no es posible en estos momentos debido a la continuación de las acciones militares en la región", informó Naftogaz en un comunicado.
Al tiempo, la compañía se mostró dispuesta a enviar a la zona a los operarios para reparar la red de gas en cuanto cesen las hostilidades.
El presidente de Gazprom, Alexéi Miller, explicó que el suministro al este de Ucrania se realizará a través de las estaciones de bombeo rusas de Prójorovka, fronteriza con la región de Lugansk, y Platovo, fronteriza con la de Donetsk.
Los expertos ya han estimado en más de 7 millones de dólares diarios el coste del suministro "humanitario" de gas para las zonas rebeldes de Donetsk y Lugansk, y recuerdan que la república separatista moldava de Transnistria aún debe 4.500 millones de dólares a Gazprom.
Los acuerdos de paz de Minsk incluyen un punto por el que Kiev se compromete a reanudar los pagos sociales y los servicios bancarios interrumpidos hace varios meses, lo que los separatistas consideran un bloqueo económico en toda regla.
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