Desde su lanzamiento, la PlayStation 3 no está teniendo las buenas ventas que esperaba Sony, especialmente si se compara con el éxito de la Wii, la consola de nueva generación de Nintendo.

La compañía es consciente de este hecho pero, lejos de realizar un ejercicio de autocrítica, achaca el problema a internet, tal y como se refleja en en una entrevista de GamePro a Dave Karakker, director de comunicaciones corporativas de Sony América, de la que se ha hecho eco The Inquirer.

Según Karakker, el escaso éxito de la PS3 no se debe ni al precio de la consola ni a la escasez de unidades de la misma (un problema éste que también ha afectado a la Wii), sino a las numerosas críticas que la consola ha recibido por internet, en contraposición a los buenos comentarios de los que ha sido objeto la máquina de Nintendo.

Karakker explica que las críticas son excesivas y están escritas por una minoría que hace mucho ruido y altera la percepción de las masas.

Concretamente, hace referencia a los medios de comunicación, que según él parecen empeñados en desprestigiar a Sony.

Pero esta imagen no se corresponde con la realidad, explica. De hecho, Karakker afirma que si le preguntas a cualquiera si quiere una PlayStation 3, es seguro que te dirá que sí.

También recuerda como ejemplo el caso de la PlayStation original, que inicialmente fue muy criticada por parte de algunos medios y finalmente tuvo una vida larga y exitosa.

En cuanto a los errores, tan sólo admite como problema la escasez de consolas que hubo durante el lanzamiento.

Una PS3 mejorada

Los rumores sobre una PlayStation 3 con mayor capacidad se han confirmado, aunque esta novedad no contribuirá a mejorar las ventas a nivel mundial, ya que se trata de una versión exclusiva para Corea del Sur.

Se trata de una PlayStation 3 con una capacidad de 80 GB que, a partir del 16 de junio, se venderá en el país asiático a un precio de 518.000 wons (unos 415 euros).

Esta exclusividad se debe al éxito de la consola en Corea del Sur y de las buenas conexiones a internet del país.