La actriz italiana Elisabetta Canalis y la modelo británica Naomi Campbell protagonizaron la noche del jueves el Baile de la Ópera de Viena, el clímax del carnaval austríaco que cada año atrae a miles de personalidades del mundo del arte, la política, el deporte y la economía para bailar valses y polcas. Una de ellas, sin embargo, eclipsó los flashes de los fotógrafos y se consagró como la estrella de la noche.

Ellisabetta Canalis, la invitada del octogenario constructor vienés Richard Lugner —que cada año paga a una famosa para que lo acompañe al elegante y elitista baile—, sufrió un pequeño descuido mientras bailaba con el anfitrión a ritmo de Stauss. Durante los giros y los movimientos más que ensayados de la coreografía, el escotado vestido de la actriz le jugó una mala pasada, atrayendo la atención de todos los invitados y dejando relegada a un segundo plano a la modelo Naomi Campbell. El baile fue, sin duda, una pelea de personalidades que finalmente ganó la italiana.

La prensa vienesa, no obstante, critica duramente ese pequeño desliz con el escote de la ex pareja de George Clooney. De hecho, diferentes medios insinúan que el altercado estaba más que ensayado y pactado, debido a que se produjo cerca de un grupo de fotógrafos y en más de una ocasión; toda una estrategia para acaparar la atención en una de las noches más importantes de la capital austriaca.

Si bien Canalis fue la pareja de Richard Lugner esa noche, la modelo británica asistió a la ceremonia invitada por la esposa del fabricante de armas Gaston Glock, aunque Campbell confirmó su presencia tan solo dos horas antes del inicio a través de las redes sociales.

Quién también se convirtió en la sensación de la noche fue el actor austríaco Helmut Berger, que debido a una rotura del tobillo se vio obligado a aparecer en el evento en silla de ruedas. Eso sí, con las uñas de los pies pintadas de un rojo intenso.