Maratón diplomático de Merkel: 23.000 kilómetros en una semana para 'apagar' varios fuegos

  • Desde el pasado jueves, apenas ha estado en Alemania: ha visitado seis países, ha tratado con cerca de cuarenta líderes mundiales y ha tomado once aviones.
  • El paso de los días (y km) ha hecho mella en el rostro de una canciller acostumbrada a una intensa actividad y este jueves comparecía con ojeras.
Merkel, junto a David Cameron.
Merkel,  junto a David Cameron.
EFE
Merkel, junto a David Cameron.

La escalada del conflicto en Ucrania y el resurgir de la crisis en Grecia han llevado a la canciller alemana, Angela Merkel, a emprender una frenética agenda internacional y volar casi 23.000 kilómetros en una semana. Desde el pasado jueves, apenas ha estado en suelo alemán: ha visitado seis países, ha tratado con cerca de cuarenta líderes mundiales y ha tomado once aviones.

Su objetivo: tratar de apagar los fuegos de las dos crisis con las que lleva meses lidiando y que, en las últimas semanas, se han reavivado y amenazan con escapar a su control, afectando a Alemania política y económicamente.

La mayor parte de sus contactos internacionales han estado guiados por su convicción de que la contienda de Ucrania debe resolverse por la vía diplomática, ayudando financiera y políticamente al Gobierno de Kiev, implicando a Rusia en la solución y evitando que EE UU dé el paso de suministrar armas al Ejército ucraniano para combatir a los separatistas prorrusos.

El paso de los días (y los kilómetros) ha hecho mella en el rostro de una canciller acostumbrada a una intensa actividad y este jueves comparecía con marcadas ojeras ante los periodistas que la esperaban en la sede del Consejo Europeo, aunque mantenía un tono de voz vital. l maratón de la canciller comenzó el pasado jueves, cuando por sorpresa voló junto al presidente francés, François Hollande, a Kiev (1.200 kilómetros) para reunirse con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, y presentarle una propuesta de paz conjunta.

Merkel regresó aquella noche a Berlín (1.200 kilómetros) y el viernes por la mañana compareció en la Cancillería con el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, para partir después a Moscú (1.600 kilómetros) y presentar al presidente ruso, Vladímir Putin, de nuevo con Hollande, la propuesta franco-alemana.

Esta misma noche, la canciller viajó de vuelta a Alemania, pero no a Berlín, sino a la capital de Baviera (1.975 kilómetros), donde se celebraba la Conferencia de Seguridad de Múnich, el "Davos de la defensa". Los temas estrella de la conferencia fueron Ucrania y el grupo yihadista Estado Islámico (EI), y la canciller aprovechó para mantener encuentros bilaterales con Poroshenko y el vicepresidente de EEUU, Joe Biden.

Ese sábado, regresó a Berlín (500 kilómetros) para preparar la teleconferencia que mantuvo al día siguiente con Putin, Poroshenko y Hollande para organizar la cumbre de Minsk. El mismo domingo, Merkel se subió en uno de los Airbus a su disposición rumbo a Washington (6.735 kilómetros) para reunirse con el presidente de EE UU, Barack Obama, y analizar la crisis ucraniana, las tribulaciones financieras helenas y la próxima cumbre del G7, prevista para principios de junio en Alemania.

La canciller almorzó en la Casa Blanca con Obama y por la tarde aterrizó en Ottawa (735 kilómetros) para cenar con el primer ministro canadiense, Stephen Harper. El martes, regresó de su gira norteamericana a Berlín (6.145 kilómetros) y el miércoles partió hacia Minsk (960 kilómetros), eso sí, cumpliendo antes con su agenda nacional.

Recibió el tradicional ramo de orquídeas del gremio nacional de paisajistas previo a San Valentín y asistió al funeral de Estado por el expresidente alemán Richard von Weizsäcker. En Minsk, le esperaban 17 horas de dura negociación con Poroshenko, Putin y Hollande en una cumbre que se cerró esta mañana con un nuevo alto el fuego para el este de Ucrania.

De la capital bielorrusa la canciller voló directamente a Bruselas (1.590 kilómetros) para participar en el Consejo Europeo, que retrasó tres horas su inicio, hasta las 15.00 GMT, a causa de las largas negociaciones en Minsk. En la cumbre de Bruselas, está previsto que Merkel y los líderes de los otros 27 miembros de la Unión Europea (UE) debatan hoy, entre otros asuntos, sobre las crisis de Ucrania y Grecia.

Aunque no está en la agenda, no se descarta que Merkel tenga tiempo (y fuerzas) de entrevistarse con el nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, antes de volver mañana a Berlín (650 kilómetros).

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