Rosa Díez denuncia la "desproporción" de la prisión a un guardia civil condenado por llamar "maricón" a un superior

La diputada y portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha denunciado públicamente la "desproporción" de la pena impuesta a un guardia civil, que hace unas semanas ingresó en la prisión madrileña de Alcalá Meco para cumplir una pena de cuatro meses por la comisión de un delito de insulto a un superior.
La diputada de UPyD Rosa Díez
La diputada de UPyD Rosa Díez
EUROPA PRESS
La diputada de UPyD Rosa Díez

La diputada y portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha denunciado públicamente la "desproporción" de la pena impuesta a un guardia civil, que hace unas semanas ingresó en la prisión madrileña de Alcalá Meco para cumplir una pena de cuatro meses por la comisión de un delito de insulto a un superior.

Díez, que ha visitado este jueves al guardia civil, ha considerado que la pena impuesta a este guardia civil es "injusta y anacrónica"", ya que "no se puede aceptar que un insulto sea considerado un delito por el mero hecho de que quien lo pronuncie sea un ciudadano que lleva uniforme verde".

A su juicio, la pena de privación de libertad es "absolutamente inaceptable", y lamenta que el código castrense aplicado cuando un guardia civil no está desarrollando funciones que afecten a la seguridad pública constituye una restricción de los derechos cívicos proclamados por la Constitución para todos los españoles lleven uniforme o no".

"Es una vergüenza que haya tantos delincuentes de cuello blanco por las calles y que a un uniformado verde se le prive de libertad por una falta de respeto con un superior", según Díez, quien sostiene que la desproporción entre la falta y la condena "es brutal".

A finales de enero, el Tribunal Supremo confirmaba la condena que en su día impuso el Tribunal Militar de La Coruña a este guardia civil, que estaba actualmente destinado a Archena (Murcia), por gritarle a su jefe: "maricón, no tienes huevos, lo que me tengas que decir me lo dices a la cara".

HECHOS

Los hechos ocurrieron la Nochevieja de 2006 en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil en Irún (Guipúzcoa). Desde un año antes, el condenado había venido prestando sus servicios como cocinero hasta que pocos días antes de los hechos fue relevado por decisión de su jefe, un sargento Primero de la Guardia Civil.

Ese mismo superior, durante la noche de autos, vio entrar al condenado en la cocina por lo que llamó a un tercer guardia civil para que le advirtiese de que ahí no podía estar ya que no estaba permitido a personal ajeno a la misma. Esto es lo que provocó la reacción airada, según la sentencia.

El condenado "casi inmediatamente salió de la cocina y se presentó en el bar de la Unidad, cruzándolo con rapidez hacia el lugar donde se encontraba el sargento y en un estado alterado y nervioso y en un tono de voz alto, gesticulando con los brazos profirió la siguiente frase: 'maricón, no tienes huevos, lo que me tengas que decir me lo dices a la cara, no mandes a nadie".

El Tribunal Supremo considera que la frase es "significadamente ofensiva por injuriosa, afrentosa y desmerecedora" y "en consecuencia constitutiva de delito". Recuerda la resolución además que "el delito de insulto a superior, además de tutelar la dignidad personal del ofendido, protege, muy especialmente, la disciplina militar, que, en cuanto militares, obliga también a los miembros de la Guardia Civil".

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