Jaume Santandreu se encadenará este jueves al portal de sa Casa Llarga después de que los propietarios hayan enviado un burofax en el que piden su desalojo.

"Las propietarias de sa Casa Llarga nos echan, la patada puede ser legal, pero de ninguna manera es justa", dicen en un comunicado en el que también aseguran que este jueves a las 11.00 horas también declararán "okupado" el territorio.

En la convocatoria de prensa en la que aseguran sentirse utilizados, engañados, condenados a la miseria y tristes, dicen que las cinco propietarias fueron a buscarles cuando "nos necesitaban para salvar su propiedad del abandono y de las obras del nuevo hospital".

"Han dicho que querían vender la finca, pero nada han respondido a la demanda de una asociación altruista que se interesaba por comprarla", indican tras incidir en que, si no hubiera sido por su dedicación, sa Casa Llarga "sería un capo de ruinas, suciedad y ratas".

Por todo ello, Santandreu, como signatario del compromiso con las señoras Feliu, se mantendrá encadenado al portal de sa Casa Llarga "hasta recibir una respuesta justa y digna".