Cientos de inmigrantes han sido detenidos en varias redadas llevadas a cabo por la policía de Marruecos en las últimas 24 horas en las cercanías de Ceuta y Melilla.

Según dijeron a Efe fuentes de la ONG Gadem, especializada en ayuda a los inmigrantes, los arrestos se produjeron desde el mismo momento en que el lunes se anunció públicamente que se desmantelarían en breve los campamentos en torno a Ceuta y Melilla.

Por su parte, Helena Maleno, de la ONG Caminando Fronteras, declaró a Efe que tiene constancia también de "cientos" de detenidos en el monte Gurugú, que rodea Melilla, y llevados en más de veinte autobuses a una localidad vecina de Nador llamada Kariat.

Maleno precisó que, de acuerdo con sus datos, las detenciones se produjeron todas en el monte Gurugú y no en las inmediaciones boscosas de Ceuta o Tánger, ciudad esta última donde ella vive.

Se desconoce el destino de todos estos inmigrantes, si serán deportados a sus países de origen en avión, enviados a territorio argelino o sencillamente "depositados" en barrios de las ciudad marroquíes de Rabat o Casablanca, prácticas estas últimas habituales antes de 2014.

Ninguna fuente oficial marroquí ha confirmado estas redadas masivas, que no se habían producido en todo 2014, mientras ha durado la operación excepcional de regularización de inmigrantes que se cerró el 31 de diciembre y cuyos resultados fueron anunciados el lunes.

El ministro delegado del Interior de Marruecos, Charki Drais, informó de que, una vez terminada esa operación, se iban a desmantelar los campamentos en torno a Ceuta y Melilla, lo que justificó, por un lado, en los daños que esos acampados causan en el entorno.

El titular de Emigración, Anis Birou, afirmó por su parte que hay inmigrantes que "no quieren quedarse, sino irse, y sobre ellos hay que aplicar la ley", dando a entender que se procedería a su expulsión.