El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha comparecido este lunes en la comisión de investigación sobre el fraude, la evasión fiscal y la corrupción, para dar cuenta del caso Pujol, el del 3% y el de las ITV. Es la primera vez que un presidente de la Generalitat comparece en una comisión de investigación, algo que hasta ahora solo han hecho los consejeros.

Según el formato acordado por la Generalitat y la presidencia de la comisión, que recae en el diputado de la CUP David Fernández, Mas dispone de una media hora para realizar una intervención inicial antes de una primera ronda de preguntas, que contestará de forma individual. En la segunda, responderá todas las cuestiones al final.

Le interpelarán los presidentes de ICV-EUiA, Joan Herrera; de C's, Albert Rivera; del PSC, Miquel Iceta; y del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, así como la diputada de la CUP Isabel Vallet y el portavoz parlamentario de ERC, Oriol Amorós. Fueron los republicanos quienes forzaron la comparecencia de Mas después de conocerse que su nombre apareció en algunas de las conversaciones intervenidas durante la investigación del caso de las ITV y las deslocalizaciones industriales, por las que está imputado Oriol Pujol, hijo del expresidente de la Generalitat y posible sucesor de Mas.

El presidente catalán ha empezado su intervención recordando que no es la primera vez que da explicaciones sobre la cuestión ni que comparece en el Parlamento, sino que lo hace cada dos semanas en las sesiones de control al Ejecutivo catalán. También ha recordado que se ofreció a comparecer en varias comisiones como la del caso Palau —que fue rechazada—, y que organizó dos cumbres para avanzar en la lucha contra la corrupción. "No me quejo, sólo constato que vuelvo a dar explicaciones", ha dicho.

El presidente ha recordado que el 25 de julio de 2014, cuando Jordi Pujol confesó que su familia mantuvo una fortuna oculta durante 32 años, la ejecutiva del partido se reunió para acordar cómo sustituir a Oriol Pujol. Ese mismo día, ha recordado que Pujol le visitó a las 8 de la mañana de ese mismo día en la sede. "Y ese mismo día me explicó el contenido de su confesión. Lo supe ese mismo día", ha aseverado Mas, para quien supuso una decepción "muy grande" aunque no ha dejado de ser su padre político. "Sería muy miserable por parte mía", ha destacado.

"No le pedí que no lo hiciera público pese al prejuicio que podía generar al partido, al país entero y a mí mismo, como así ha sido", ha apuntado Mas, quien ha asegurado que nota las consecuencias en su propia piel. El presidente catalán ha admitido que pidió a Pujol que pospusiera unas horas la confesión a causa de la reunión. Posteriormente, ha explicado que cuando el 7 de julio aparecieron informaciones sobre unas supuestas cuentas que ambos tenían en Suiza, Mas le preguntó si eran las acusaciones a las que ya están acostumbrados, a lo que Pujol le contestó: "Ya te hablaré durante los próximos días".

En cualquier caso, y como ya hizo hace siete meses, Mas ha asegurado que "la confesión de Pujol era y es un tema personal suyo y no va más allá". "No tiene nada que ver con CDC, ni CiU ni con el Govern ni conmigo", ha subrayado. Así, ha rechazado las "elucubraciones" que se han hecho para vincular la fortuna oculta de Jordi Pujol en el extranjero con irregularidades en los gobiernos de CiU o en el partido que fundó, CDC.

Preguntado por el ex alto cargo de CiU Lluís Prenafeta, quien se enfrenta a casi siete años de cárcel por corrupción en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), ha dicho: "No me puedo sentir responsable de si el señor Prenafeta hizo esto o aquello si lo he sabido después cuando ha ido saliendo". Además, ha criticado que se defina su relación de estrecha, pues no lo era tanto como demuestra que en 30 años no salieran a cenar con sus parejas.

También le han preguntado en varias ocasiones por su relación con Fèlix Millet, saqueador confeso del Palau de la Música y que presuntamente hizo llegar a CDC comisiones ilegales por la adjudicación de obra pública —el denominado caso 3%—. "Si el gran problema es haberse reunido con el señor Millet (lo hizo en Menorca, por ejemplo), hay mucha gente que debería declararse culpable", ha dicho Mas en referencia a que durante muchos años había "competencia" para ver quién lograba que aceptasen más enmiendas a favor del Palau en las diferentes negociaciones presupuestarias. En cualquier caso, se ha mostrado convencido que no se produjeron irregularidades.

En cuanto al caso de las ITV, ha recordado que la reorganización de las estaciones de ITV llevan "más de 10 años" en los tribunales. En cualquier caso, "en los últimos cuatro años la actuación ha sido pulcra y correcta", ha afirmado. Además, ha asegurado que "supuestas influencias que se querían ejercer, acabaron en la línea contraria". "El Govern no hizo caso a las influencias y actuó como creía que debía actuar", ha sentenciado.

A su juicio, para evitar deslocalizaciones y la consecuente pérdida de puestos de trabajo, el Govern debe actuar. "Hay que hacerlo siempre, es parte de nuestro trabajo, de nuestra obligación", ha sentenciado Mas, quien ha defendido las reuniones con empresarios y políticos para evitar deslocalizaciones.

"Hay que partir de la base que la gente actúa de buena fe", ha apuntado y, por eso, ha considerado que "si se demuestra aprovechamiento privado, no es responsabilidad del Govern". Además, "a mí no me han podido atribuir nada por mi actuación directa", ha recordado. En cualquier caso, "lo he hecho (reunirse con empresarios), lo hago y lo seguiré haciendo siempre que sea necesario y si eso genera críticas, las asumiré", ha resumido en referencia a las gestiones del Ejecutivo para evitar la pérdida de trabajo.

Además, y tras recordar que lleva más de 20 años en política, ha resaltado que por sus manos han pasado muchos contratos, por lo que ha lanzado la siguiente pregunta a Camacho: "Desde el punto de vista de irregularidades, ¿me saben decir alguna?". "Contra mí no se ha abierto ni un proceso judicial ni hay ningún indicio", ha proseguido Mas, quien ha asegurado que su gestión pública siempre ha sido correcta y escrupulosa y que él está muy tranquilo.

En cuanto a la cuenta que su padre tuvo en el extranjero, ha asegurado que la heredó su madre al fallecer él. "Nunca he sido titular de una sola cuenta fuera de Cataluña. Ni mi esposa", ha afirmado Mas, quien ha agregado que tampoco ha recibido "ni un céntimo de euro" de la herencia de su padre. Contra él sí se abrió una causa hace años, pero se archivó.

El presidente de la Generalitat ha dedicado una segunda parte de su intervención inicial para hacer balance de las 51 medidas contra la corrupción aprobadas hace casi dos años. De las 26 medidas que dependían del Govern, ha asegurado que ya se han llevado a cabo 16 —como la creación de la web de transparencia y la publicación de las retribuciones de los altos cargos y el personal de confianza así como las variaciones patrimoniales— y las 10 restantes están en curso o se han finalizado parcialmente. De las nueve que dependían de otras instituciones catalanas, hay cinco en curso y una finalizada, que es la ley de transparencia aprobada hace unos días.

El resto, que dependían de otras instituciones, hay ocho pendientes, siete en trámite y una finalizada. "No es ninguna valoración crítica, solo es una exposición", ha asegurado Mas, quien ha definido como "paradoja" que la agencia tributaria española sea "una de las más potentes del mundo" y que conviva en "uno de los sistemas con mayor fraude fiscal de la Unión Europea".