El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a justificar la prórroga a la factoría de Ence en Pontevedra hasta 2073 con el argumento de que la alternativa era el cierre y la pérdida de puestos de trabajo, al tiempo que ha garantizado que su Ejecutivo le elevará las exigencias. Todo ello, tras recordar que el bipartito le dio el visto bueno a su declaración de impacto ambiental en 2008.

"Nosotros hicimos lo mismo que el bipartito, acreditar que cumple los compromisos medioambientales", ha sentenciado, en respuesta a las duras críticas del nacionalista Francisco Jorquera, quien le ha acusado de escudarse en los puestos de trabajo cuando Ence "destruye más empleo del que crea en Pontevedra y Galicia", al imponer "un modelo de monocultivo forestal, un modelo depredador de recursos forestales y de puestos de trabajo".

Frente a ello, el presidente se ha aferrado a los 800 empleos, "más camioneros, más la mitad del Puerto de Marín y 75.000 familias que venden madera a Ence" y, aunque ha reconocido una vez más que a él también le "molesta" la ubicación de la fábrica, ha subrayado que el BNG nunca propuso una localización alternativa.

"Desde las butacas es fácil hablar y a ustedes y a mí nos estorba la papelera, pero no nos estorban las miles de familias que viven de la madera en Galicia", ha advertido Feijóo, quien ha prometido que su Ejecutivo estará vigilante y exigirá a la pastera que "siga cumpliendo" la normativa medioambiental europea "por encima de los límites legales".

También le demandará -ha garantizado— "que haga inversiones en el ámbito del sector forestal y que traiga nuevos proyectos industriales a la comarca de Pontevedra y a Galicia".

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