Policías dicen que el acusado reconoció quemar el cuerpo en Malagón por miedo, pero no que le agrediera

Uno de los policías que estuvo presente en la declaración de R.C.C.C. cuando fue detenido por su presunta relación con la muerte de V.S.D. ha asegurado este miércoles durante el juicio que tan sólo reconoció que intentó quemar el cuerpo porque vio que no respondía tras varias caídas y se asustó por si lo culpaban.
Juicio Malagón
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EUROPA PRESS
Juicio Malagón

Uno de los policías que estuvo presente en la declaración de R.C.C.C. cuando fue detenido por su presunta relación con la muerte de V.S.D. ha asegurado este miércoles durante el juicio que tan sólo reconoció que intentó quemar el cuerpo porque vio que no respondía tras varias caídas y se asustó por si lo culpaban.

En la tercera sesión del juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia Provincial, el testigo ha indicado, tras negar que la Guardia Civil gritara o coaccionara al detenido o a su abogada como sostiene la defensa, que R.C.C.C. les reconoció que había discutido con la víctima pero que no lo había matado. Fue el miedo, dijo a los agentes, el que le llevó a trasladar el cadáver hasta el contenedor para intentar quemarlo.

"Dijo que habían discutido y que la víctima se cayó varias veces, por lo que le amenazó con que iba a denunciarle por pegar a un paralítico. La última vez que se cayó y vio que no respondía, pensó que estaba muerto y lo arrastró para quemarlo, pero en ningún momento dijo ni que lo empujara", ha añadido a preguntas de la defensa.

Lo que ha quedado claro, según los agentes de la Policía Judicial que hicieron la inspección ocular y que tomaron las muestras de sangre, es que V.S.D. no pudo haberse caído del banco porque la direccionalidad de las gotas de sangre indican que estaba de pie en la calzada cuando cayó y se golpeó la cabeza con el bordillo, "ya que si hubiera sido otra parte del cuerpo no había sangrado tanto".

Asimismo, han mostrado fotografías a los miembros del tribunal sobre la zona del crimen y el cadáver, en el que habían marcado las gotas de sangre desde el banco hasta el contenedor bajo el que se quemó a la víctima, incluyendo las de una esquina de un edificio, a 50 centímetros del suelo, que corresponderían a que se apoyó el cuerpo en la pared, ha dicho el agente.

Respecto a una huella que se encontró en la zona, ha señalado que no se corresponde con las zapatillas del acusado, en las que no se encontró sangre "y que habían sido lavadas", pero sí se halló sangre de la víctima en la camiseta y los pantalones que R.C.C.C. llevaba esa noche y que no se corresponderían con haberse acercado al cuerpo para ver si estaba vivo.

Alto grado de autonomía

Por otra parte, en la sesión de este miércoles también han testificado la madre y una de las hermanas de la víctima, quien han defendido que V.S.D. no consumía drogas, que ya no bebía tanto como antes y que su ingreso en la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) fue relacionada con su ludopatía con las máquinas tragaperras.

Asimismo, ambas han insistido que la prótesis que llevaba la víctima estaba en buen estado porque la había cambiado hacía un mes y que era bastante autónomo pese a que carecía de movilidad en el brazo y pierna izquierda. "Perdía la estabilidad si le sujetaban o le agarraban de los hombros, pero al andar él se aseguraba muy bien", ha sostenido la madre, con la que dormía la mayoría de las veces en su casa pese a que él tenia vivienda, "para hacerme compañía".

Finalmente, la mujer —a la que un familiar ha tenido que sacar llorando de la sala cuando han testificado otros agentes— ha reconocido las lesiones que en el cráneo tenía su hijo por el accidente de tráfico que tuvo en 1990; que V.S.D. nunca llegaba a su casa borracho o con marcas de haberse caído; y que tras su muerte "no nos devolvieron ni las llaves ni el móvil de mi hijo. Y él era muy cuidadoso con las llaves".

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