Ortiz dice que es su obligación ir "detrás de políticos y técnicos" aunque perdía dinero con el plan e Ikea

El empresario Enrique Ortiz ha declarado ante el juez Juan Carlos Cerón que su obligación "como agente urbanizador" es "ir detrás de políticos y técnicos" para defender la aprobación de sus proyectos, aunque en algunos de ellos, como el Plan Rabasa, en el que ha dicho haber invertido 85 millones de euros, o la instalación de Ikea en ese barrio alicantino perdiera dinero, según fuentes de las acusaciones.
El empresario Enrique Ortiz a la salida del juzgado
El empresario Enrique Ortiz a la salida del juzgado
EUROPA PRESS
El empresario Enrique Ortiz a la salida del juzgado

El empresario Enrique Ortiz ha declarado ante el juez Juan Carlos Cerón que su obligación "como agente urbanizador" es "ir detrás de políticos y técnicos" para defender la aprobación de sus proyectos, aunque en algunos de ellos, como el Plan Rabasa, en el que ha dicho haber invertido 85 millones de euros, o la instalación de Ikea en ese barrio alicantino perdiera dinero, según fuentes de las acusaciones.

Ortiz ha sido interrogado durante unas tres horas en el Juzgado de Instrucción 6 de Alicante por delitos de tráfico de influencias y cohecho, sí como su implicación como cooperador en otro delito de prevaricación, en una causa derivada del 'caso Brugal' donde se investiga el citado plan urbanístico. En su comparecencia, el promotor ha reconocido su amistad con los exalcaldes Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo, así como que hiciera distintos regalos a cargos públicos por Navidad.

Ha reconocido haber gestionado en el 2008 con el sobrino del exconseller Juan Cotino, Vicente Cotino, el alquiler de un avión privado para que Díaz Alperi regresase a Valencia desde Oporto, tras el viaje que este hizo junto con Castedo para conocer las instalaciones de la multinacional sueca en esa ciudad, aunque ha matizado que esas gestiones no fructificaron porque había vuelos regulares.

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