Xavier Artigas, director de 'Ciutat Morta': "Que hablase un policía en el film no lo haría más neutral"

  • Entrevista con el director del documental 'Ciutat Morta', Xavier Artigas, sobre el caso '4-F' de presunto abuso policial en Barcelona.
  • El realizador se muestra satisfecho de que el público sea crítico y "dude de los discursos oficiales" a raíz de su emisión.
  • Admite que no esperaban que la Fiscalía reabriese el caso, como al final ha rechazado el ministerio público, y que el objetivo era hacer "justicia simbólica".
  • El filme fue premiado en el Festival de Cine de Málaga y aclamado en el Festival de San Sebastián.
Xavier Artigas, realizador de 'Ciutat Morta', en un estudio del barrio de Gràcia.
Xavier Artigas, realizador de 'Ciutat Morta', en un estudio del barrio de Gràcia.
JUAN LEMUS
Xavier Artigas, realizador de 'Ciutat Morta', en un estudio del barrio de Gràcia.

El documental 'Ciutat Morta', de los realizadores Xavier Artigas y Xapo Ortega, encabeza este viernes la programación de la cuarta edición de Madrid Creative Commons Film Festival. Los directores de esta obra de denuncia en torno a las supuestas irregularidades del conocido como 'caso 4-F' hablarán sobre las dificultades de mezclar el cine activista con la difusión audiovisual generalista. Y presentarán la claves del que será su nuevo filme, 'Idrissa'. Artigas habla con 20 Minutos sobre este trabajo que vieron 569.000 espectadores catalanes el pasado 17 de enero por el canal TV3 y que ha llevado al pleno del Parlament a exigir una revisión del caso por parte de la Fiscalía, que ha rechazado finalmente reabrirlo. Este viernes se pronunciará el pleno del Ajuntament de Barcelona.

La audiencia ha reaccionado al documental y también los políticos. Pero la Fiscalía no reabre el caso del 4-F.

Cuando hicimos este documental nuestro objetivo no era que la Fiscalía reabriese el caso. Nosotros siempre hemos dicho que buscábamos justicia en un plano moral superior al de las instituciones. Siempre hemos hablado de justicia histórica y en el documental se plantea de hecho el tema de la venganza simbólica: hacer que, de alguna forma, las personas a las que consideramos responsables del montaje del 4-F se sientan como mínimo incómodas. Pero, más allá de todo esto, el hecho de que 'Ciutat Morta' abra un debate en la sociedad en base a las cosas que denuncia ya es para nosotros una gran satisfacción. También creemos que ya es demasiado tarde para que se haga justicia porque una persona ya perdió la vida y otras perdieron años de vida en prisión. Pero, como mínimo, que la gente sea un poco más consciente de cómo funciona su ciudad y que sea crítica y dude de los discursos oficiales.

¿Por qué cree que se han dado por aludidas instituciones y formaciones políticas pero no las autoridades policiales?

En otros países esto no es así, pero en éste las autoridades policiales tienen un grave problema: ser tan corporativos que son incapaces de reconocer errores. Y esto es muy grave, porque en cualquier otro oficio o sector entra dentro de la normalidad. Aquí tenemos una policía que a nivel oficial funciona a la perfección y eso es imposible, porque tenemos muchas carencias. Por parte de los políticos y de los medios de comunicación sí que está habiendo una rectificación. En este caso se silenciaron durante años las opiniones de las personas a las que damos voz en el documental. Y ahora esto ha cambiado. En los medios se ha pasado de tratar solamente la versión oficial, la de los atestados policiales, a dar voz también a la otra parte. Ha habido incluso periodistas que han reconocido públicamente que en este caso no hicieron lo suficiente o miraron hacia otro lado. En el caso de los políticos, los que eran responsables en aquellos momentos (2006) de la ciudad de Barcelona no han pedido perdón ni han reconocido errores pero sí que desde sus partidos ha habido una voluntad de reabrir o revisar el caso. Y lo valoramos muy positivamente. Pero por parte de la policía no está pasando y para nosotros es lo más grave.

¿Querían que en el documental quedase muy evidenciado el silencio de los mandos policiales?

Su versión no se escucha porque no han querido participar.Todos los policías que se han manifestado hasta ahora sobre el 4-F tienen una única versión de los hechos, la de la sentencia judicial, que sale bien reflejada en el documental. Creo que también sería muy demagógico pensar que solamente porque salga un policía hablando en el documental éste sería más neutral o más objetivo. A veces es todo lo contrario. Porque seguramente podría provocar que el espectador se ponga aún más a favor de la tesis que nosotros defendemos. El simple hecho de que salgan representados no es una garantía de que el documental deje de ser tendencioso o panfletario, o como le quieran llamar.

¿Y lo es? ¿Han practicado la autocensura para que no se les tache de parciales?

No. El documental tiene una voluntad muy clara de no ser panfletario. Obviamente representa a una parte porque da voz a aquellas personas que nunca la tuvieron. Por eso esta parte está sobrerepresentada. Y hemos intentado mantener un estilo sobrio y riguroso.

¿Han recibido antes o después de su emisión testimonios anónimos de policías sobre el caso 4-F?

Se han puesto en contacto con nosotros algunos agentes de la Guàrdia Urbana de los Mossos d'Esquadra que nos han transmitido inquietudes y miedos. Son testimonios muy confidenciales porque aún están en activo. Estamos estudiando qué tipo de trabajo posterior a la película podemos llevar a cabo. Podrá ser audiovisual o no. Nos consideramos periodistas de investigación y podemos contribuir con otros trabajos de otros profesionales.

¿Les sorprende que la Fiscalía no haya considerado como prueba judicial su trabajo?

En absoluto. Porque el documental se limita a plasmar las pruebas que fueron descartadas en su momento en la instrucción del caso (la preparación previa al juicio) y que son evidencias escandalosas que se tendrían que haber tenido en cuenta. Lo que nos sorprendería es que ahora rectificasen. Lo que ponemos en evidencia es la incompetencia de esta fase de instrucción que no aceptó pruebas tan evidentes como el testimonio del alcalde diciendo que había caído una maceta. Y un largo etcétera de testimonios que habían estado en el lugar de los hechos y que habían visto la caída del tiesto y que pudieron relatar una versión alternativa de los hechos que fue descartada por la jueza. El documental vuelve a aportar estas pruebas para que sea la sociedad quién juzgue si esta instrucción se hizo bien o no.

El documento ha removido conciencias. ¿Pensáis que habéis conseguido algo que no se había hecho hasta el momento en los últimos años desde un soporte audiovisual?

Hay muchos documentales como el nuestro que denuncian casos muy similares y que son serios y rigurosos. Lo que pasa es que no han conseguido tener impacto. Y la diferencia quizás esté aquí, en que por primera vez un trabajo de estas características ha sido tomado en serio por parte de la sociedad.

¿Qué opiniones les llegan desde el movimiento activista okupa?

Precisamente, una de las cosas que intentamos hacer es desestigmatizar a este supuesto 'otro' bando o presunto movimiento antisistema de Barcelona. Lo que está haciendo la policía estos días es dividir por un lado a los que están en posesión de la verdad, la que refleja la sentencia judicial, y a los antisistema, que se han organizado y han hecho un documental. Nosotros no somos antisistema ni estamos vinculados al movimiento okupa. Somos ciudadanía organizada a través del audiovisual que hacemos periodismo de investigación y que cuando sale una verdad determinada en los medios de comunicación la contrastamos, que es lo que tendría que hacer cualquier periodista de manera sistemática. En este sentido, si nosotros pertenecemos a algún bando es a aquél que ha cuestionado la versión oficial. Y sí que se ha generado una hegemonía que ha hecho que mucha gente esté de acuerdo en que hay algo que no funciona bien en esta ciudad.

¿Habrá segunda parte de 'Ciutat Morta'?

Creemos que desde los medios de comunicación sería interesante que este tema se siga investigando. Están acudiendo a nosotros periodistas que nos preguntan si tenemos nuevas informaciones sobre el 4-F y nosotros les decimos que ya hicimos el trabajo en su momento y que ahora les toca a ellos hacerlo.

¿Han recibido presiones?

En realidad no. Hasta que nos llegó la orden judicial que censuraba un fragmento de la película. Fue agresivo recibir directamente una denuncia sin la posibilidad previa de negociar. A parte de esto, sí que hemos detectado mucha hostilidad en las redes sociales por parte de personas que sospechamos que son policías.

¿Estamos poco acostumbrados en este país a este tipo de denuncia social y sí más a la mediática?

Una de las apuestas que teníamos con nosotros mismos era desestigmatizar el lenguaje audiovisual activista y por ello quisimos construir un lenguaje cinematográfico para esta denuncia, que no fuera identificable solamente por la gente que ya estaba convencida de antes. Ahora mismo aquí no hay un periodismo de investigación serio. Parece que Jordi Évole sea el gran referente del periodismo de investigación y está muy bien y lo respetamos mucho, pero consideramos que tendría que haber centenares de Évoles. Sí que está cambiando un poco el panorama a raíz del 15-M. Antes había miedo a tratar en los medios temas que reflejasen ciertas realidades representadas por movimientos sociales. Nunca es tarde para rectificar y quizá sí que esté cambiando algo.

Ya trabajan en un nuevo filme de denuncia, 'Idrissa'.

Es la historia de un chico de 21 años que murió la noche de Reyes de 2012 cuando estaba siendo custodiado por la Policía Nacional. De él no tenemos ni tan solo una fotografía. Tampoco sabemos si su familia fue informada de su muerte. Sí que sabemos que procedía de Guinea Conakry y que hacía muy poco que había llegado a Barcelona. Queremos darle la vuelta a la cámara y mirarnos a nosotros mismos y qué responsabilidad tenemos en este fenómeno. Que la gente haga una reflexión sobre cómo funciona el racismo institucional y de cómo las políticas de control migratorio consideran que la muerte de una persona indocumentada es menos importante que la muerte de cualquier otra persona bajo custodia policial. Estamos buscando formas de financiar el proyecto para dejar de autoprecarizarnos. 'Ciutat Morta' ha sido una obra totalmente autogestionada. Creemos en el modelo de autogestión pero no en un modelo de autoexplotación, de estarnos meses trabajando gratis.

¿No es ése el precio que se paga por la libertad?

(Ríe). Nos gustaría pensar que existen alternativas pero sí que es verdad que con el sistema de producción audiovisual actual existe una dicotomía entre libertad creativa y poder financiar bien las cosas. También nos gustaría romper con esto.

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