La UE da un mensaje positivo a Grecia pero insiste en el acatamiento de los acuerdos

El luxemburgués Jean-Claude Juncker
El luxemburgués Jean-Claude Juncker
EFE
El luxemburgués Jean-Claude Juncker

La Unión Europea (UE) lanzó este lunes un mensaje positivo a Grecia y el Gobierno de su nuevo primer ministro y líder del izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, pero insistió en que Atenas tiene que cumplir los acuerdos previos a los que se había comprometido.

Desde la Comisión Europea (CE) se subrayó el "respeto a la elección soberana y democrática" de los griegos y se reiteró la "disposición" a asistir al país y a iniciar conversaciones al respecto, una vez que Tsipras haya formado gabinete.

"Grecia ha hecho un progreso notable en los últimos años y estamos preparados para seguir asistiendo a Grecia en los desafíos pendientes", resaltó el portavoz de la CE, Margaritis Schinas, en la primera reacción del Ejecutivo comunitario ante el resultado de las elecciones generales de ayer en ese país.

En palabras del propio presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, "es de sentido común" y, además, "según las normas, la CE tiene que trabajar con todos los gobiernos, sea cual sea, de manera estrecha. Eso haremos con Grecia".

"Todas las partes deben cumplir con sus compromisos", dijo por su parte el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis, quien reiteró la voluntad de Bruselas en colaborar con Atenas para garantizar la recuperación del país.

Pero, más allá de las buenas intenciones verbales, el Ejecutivo comunitario y los países tienen que afrontar ahora el reto que Tsipras, quien ya ha jurado el cargo ante el presidente de Grecia, Károlos Papulias, plantea al bloque comunitario con su decisión de acabar con las políticas de austeridad que han empobrecido al país.

"Han humillado al pueblo"

Por primera vez un Estado miembro tiene un Gobierno liderado por una persona y un partido político que se han declarado de forma abierta hostiles a unas políticas que, según sus propias palabras, han impuesto sufrimiento y han humillado al pueblo.

Así lo entiende también el presidente del Partido Socialista Europeo (PSE), Sergei Stanishev, quien destacó que "el pueblo griego ha sufrido mucho por la crisis y su voto constituye un acto de protesta explícita contra las medidas impuestas por la 'troika' (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) y la Europa conservadora".

"Su voto es un mensaje que se tiene que escuchar: la obsesión por la austeridad tiene que acabar", afirmó Stanishev.

Ese mensaje está presente en la reunión del consejo de ministros de Economía y Finanzas de los países de la eurozona, que se celebra este lunes en Bruselas, que analiza la posible nueva ampliación del programa de rescate a Grecia, el cual finaliza en febrero, y se muestra  abierto hasta cierto punto a la posibilidad de discutir sobre un eventual alivio de su deuda, pero no a una quita.

Ese ha sido precisamente uno de los puntos centrales del programa que Tsipras ha ofrecido a los electores y que, sin embargo, desde Bruselas y otras capitales europeas se ve con más reticencias, si no con rechazo abierto, especialmente por parte de Alemania, uno de los países cuyos bancos son acreedores de la deuda helena.

"No es una cuestión urgente"

Juncker consideró que esa "no es una cuestión urgente", aunque recordó a los nuevos dirigentes que "hay unas reglas, unas reglas establecidas de acuerdo con las autoridades griegas" y que éstas deben cumplirse.

El presidente del Parlamento Europeo (PE), el socialista alemán Martin Schulz, se mostró convencido de que no habrá acuerdo sobre una posible quita de la deuda griega y, en declaraciones a la radio pública germana, indicó que así se lo transmitió a Tsipras en una conversación telefónica el domingo.

Para Schulz, habrá que analizar con Atenas "qué posibilidades hay de hacer otras cosas, como mejorar los ingresos del Estado, para lo que hay normas fiscales europeas contra la evasión fiscal, o lo que para mí es igual de importante: reforzar el débil crecimiento económico con fuertes inversiones".

"Las responsabilidades asumidas cuentan", subrayó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, a su llegada a la reunión del Eurogrupo en Bruselas e insistió en que las reformas, acompañadas de un marco institucional que funcione y una sólida política de finanzas, crean crecimiento económico y empleos.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, se expresó a favor de que los países de la eurozona den a Grecia "un mensaje positivo", reanudando las discusiones con Atenas sobre la quinta revisión de su rescate.

Moscovici opinó que estas negociaciones se deben emprender "sobre una base positiva y constructiva" en la que también se respeten los compromisos asumidos por la UE y sus miembros.

El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, indicó que "no esta encima de la mesa" por el momento la posibilidad de convocar una conferencia internacional que contemple la reestructuración de la deuda griega.

De Guindos resaltó las próximas necesidades de financiación que tendrá Grecia y la solidaridad europea con Atenas, de la que puso como ejemplo que en el caso español ha ascendido a unos 26.000 millones de euros y que, señaló, es "lo que nos gastamos en prestaciones de desempleo al año en un país que tiene un paro del 23,7 %".

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