Pero, al mismo tiempo, es más Carlinhos Brown que nunca: él ha producido el disco, firma todos los temas, ha diseñado el álbum y, además, toca la mayoría de los instrumentos.

De este artista polifacético se puede esperar cualquier cosa. Sólo en su música cabe la mezcla de percusiones brasileñas y electrónica. Sólo él es capaz de aunar el reggae más dinámico con el funk.

Carlinhos Brown se baja del camarote andante desde el que llevó el carnaval a medio mundo y nos muestra ahora su lado más íntimo, acústico y terrenal.

El músico nació en Salvador de Bahía en 1962. De piel y ojos negros, se crió en el ambiente mestizo de la comunidad de Candeal Pequeño. Nunca consiguió dominar un oficio aparte del musical.

El nombre de Carlinhos Brown lo adoptó homenajeando al gran maestro James Brown, de quien Carlinhos es un profundo admirador.

Se inició en la música de la mano de Osvaldo Alves da Silva, más conocido como El maestro del Bongo, quien le enseñó a tocar todo tipo de instrumentos musicales.

Su música es sinónimo de fiesta, de diversión, porque considera que la alegría hace a todo el mundo igual. Pero, por encima de todo, su música es ejemplo de solidaridad, de compromiso, de ayuda. Carlinhos es mucho Brown.

* Recinto Entrevías, junto al apeadero de los romanos de Alcantarilla. Sábado a partir de las 00.00 horas. Entrada gratis.

Ayuda a jóvenes humildes

En el año 2002, Carlinhos Brown recibió el Premio Unesco de la Juventud, por ser el fundador de la asociación Aspas. Este organismo desarrolla programas comunitarios de integración social, a través de la música, para jóvenes de origen humilde.