El delegado del Gobierno en Melilla, en contra de la ilegalidad de las devoluciones en caliente

  • "El modelo de inmigración de salto masivo no es un modelo admisible ni justificable", ha dicho el delegado del Gobierno de Melilla, Abdelmalik El Barkani.
  • Según el delegado, "dicho modelo sólo beneficia a las mafias que trafican con seres humanos y promueven estas entradas a la desesperada".
  • Ha destacado que el derecho de asilo es "aplicable a cualquier inmigrante que, debidamente identificado, demuestre ser merecedor de protección".
  • El Consejo de Europa dictamina que las devoluciones en caliente de inmigrantes "son ilegales".

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha mostrado su disconformidad con el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, quien ha advertido este viernes de que legalizar en España las devoluciones sumarias de inmigrantes a pie de valla en Ceuta y Melilla será "el principio del fin del derecho de asilo".

A través de un comunicado de prensa, El Barkani ha subrayado que la enmienda propuesta para la Ley de Extranjería, a través de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, en la que se contempla lo que el Gobierno llama "rechazos en frontera" y el comisario "devoluciones en calientes", sólo busca "mejorar el actual marco legal frente a las singularidades que se dan en la frontera sur de Europa, sin menoscabo por ello de la correcta observancia del derecho que asiste a los inmigrantes merecedores de los protocolos de asilo y refugio".

El representante gubernamental, tras agradecer la visita que ha girado esta semana a Melilla Nils Muiznieks, ha asegurado que la enmienda pretendida "persigue únicamente mejorar la ordenación de los flujos migratorios e impedir los intentos irregulares de entrada en territorio europeo por puntos fronterizos no habilitados".

Abdelmalik El Barkani ha reiterado que "no podemos ni debemos resignarnos a un modelo de inmigración basado en asaltos masivos al vallado fronterizo", en el que la conflictividad "resulta tan inevitable como las situaciones de peligro y riesgo extremos que comportan tanto para los propios inmigrantes como para las Fuerzas de Seguridad encargadas de custodiar y defender la frontera sur de Europa".

A juicio del delegado, el modelo de inmigración de salto masivo para vulnerar a la fuerza el perímetro de Melilla o Ceuta, "no es un modelo admisible ni justificable bajo ningún concepto ni punto de vista".

En su opinión, "cualquier defensa o admisión de dicho modelo, desgraciadamente, lejos de favorecer una inmigración regular y ordenada, sólo beneficia a las mafias que trafican con seres humanos y que alientan y promueven este tipo de entradas a la desesperada, en forma de asaltos masivos a la frontera sur de Europa".

Derecho de asilo y refugio

El delegado del Gobierno ha insistido además en el respeto escrupuloso al derecho de asilo y refugio, "aplicable por igual a cualquier inmigrante que, debidamente identificado, demuestre ser merecedor de protección internacional".

No obstante, ha resaltado también en que todos los flujos migratorios que llegan a nuestra ciudad "no son comparables, tal cual se constata con el dato cierto de que sólo 5 de los casi 2.500 inmigrantes subsaharianos que entraron irregularmente en la ciudad durante el pasado 2014, solicitaran el derecho de asilo y que, 3 de ellos, finalmente desistieran de la solicitud".

El representante del Gobierno Central en Melilla ha agradecido que el comisario Nils Muiznieks "haya podido constatar por sí mismo el grado de exposición de Melilla y Ceuta ante la extrema presión migratoria irregular que ambas ciudades vienen sufriendo desde hace años" y recuerda que, frente a este fenómeno, "España tiene la obligación —en su doble condición de estado soberano y miembro de la Unión Europea situado en la frontera exterior del espacio Schengen— de proteger, vigilar y salvaguardar sus límites fronterizos".

Una obligación, ha añadido, que trasciende del ámbito puramente nacional por cuanto deriva directamente del Código de Fronteras Schengen, que "impone a España la responsabilidad de preservar la frontera exterior de la Unión, mediante el ejercicio de la vigilancia fronteriza con la triple finalidad de impedir el cruce no autorizado, luchar contra la delincuencia transfronteriza y adoptar las medidas que procedan contra las personas que hayan cruzado la frontera ilegalmente".

Por ello, ha advertido que de no atenderse debidamente la custodia y defensa de la frontera sur de Europa, "las entradas de inmigrantes irregulares se habrían disparado de forma incontrolable, al haberse contabilizado, sólo en 2014, más de 70 saltos masivos al vallado con Marruecos, en los que participaron unos 22.000 inmigrantes".

Por último, ha recalcado la necesidad de conseguir una mayor implicación y apoyo de la Unión Europea en la gestión de la extrema presión de la inmigración irregular sobre Melilla y Ceuta, tras conocer las consideraciones del Comisario de Derechos Humanos del Consejo Europeo, Nils Muiznieks.

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