El etarra convicto Antonio Troitiño conocerá el próximo 6 de febrero los detalles de su tercer juicio en Reino Unido de extradición a España, que le requiere por presunta pertenencia a ETAy posesión de documentación falsa.

El juez Howard Riddle de la Corte de magistrados de Westminster en Londres fijó este miércoles esa fecha para la próxima audiencia, después de una vista preliminar en que la fiscalía y la defensa analizaron los detalles del caso y el procesado confirmó sus señas de identidad.

Este tercer juicio de extradición a Troitiño, que fue detenido por tercera vez en Londres el 11 de diciembre (la segunda vez fue el 13 de febrero de 2014 por los mismos cargos), se basa en una nueva orden de detención emitida por la Justicia española, que corrige otra anterior.

Los defectos en esa orden previa llevaron a que el pasado 17 de octubre la jueza Emma Arbuthnot del tribunal londinense denegara la entrega a España, lo que puso fin al segundo juicio de extradición.

Este miércoles se supo que Arbuthnot ha rechazado hacerse cargo del nuevo proceso al considerar, según se explicó sin aportar muchos detalles, que, tras un encuentro con "un responsable español", podría cuestionarse su imparcialidad.

Esto significa que tomará las riendas el juez Howard Riddle, que en la vista del 6 de febrero decidirá si emite su dictamen a partir de los argumentos presentados en el juicio anterior, puesto que los cargos son los mismos, o si empieza el proceso desde el principio.

La defensa, encabezada por Mark Summers, es partidaria de esta segunda opción, mientras que el fiscal Ben Lloyd, que representa a la Justicia española, prefiere que Riddle se limite a autorizar la entrega a la luz de la nueva orden corregida.

Lloyd "lamentó" este miércoles que Arbuthnot se retirara del proceso, con la perspectiva de que este tenga que reiniciarse y el "coste adicional para las arcas públicas", y pidió conocer sus razones por escrito.

Summers adelantó que presentará más pruebas de que, como ya expuso en el juicio anterior, existe una "persecución" de su cliente y de otros etarras por parte del Estado español, como lo demostraría la reciente detención de abogados de presos de ETA y la decisión del martes del Tribunal Supremo.

El Supremo consideró el martes que la norma europea que prevé acumular penas cumplidas en los países de la Unión Europea (UE) no debe llevar a la excarcelación de presos etarras al descontarles el tiempo que pasaron en prisión en otros países, principalmente Francia.

La defensa también continuará argumentando que se violaron los derechos de Troitiño al denegar la Audiencia Nacional el acceso de sus abogados españoles en la investigación de los cargos que ahora se le imputan.

El 6 de febrero, el juez Riddle quiere centrarse en este punto, que considera clave, tras lo cual podría decidir directamente sobre la extradición u optar en cambio por escuchar el resto de argumentos de la defensa en posteriores audiencias.

La Audiencia Nacional española pidió en primera instancia la extradición de Troitiño, detenido por primera vez en Londres el 29 de junio de 2012, para aplicarle retroactivamente la doctrina Parot, que hubiera fijado su excarcelación en 2017, objetivo que no logró al ser esta doctrina invalidada en 2013 por el Tribunal europeo de derechos humanos.

Troitiño, de 57 años, salió en libertad el 13 de abril de 2011 en España tras cumplir una pena de 24 años, y cuando la Audiencia quiso volver a detenerle para aplicarle la doctrina Parot ya había huido con documentación falsa -pues no tenía pasaporte o DNI vigentes- al Reino Unido.

Troitiño esperará en libertad condicional su próxima comparecencia en Londres, cuando su defensa quiere solicitar que se le cambie el horario para fichar diariamente en una comisaría a fin de que pueda encontrar trabajo.