Los hogares formados por inmigrantes representan ya el 10% del total de familias españolas. Las familias cuyo sustentador principal es una persona con nacionalidad extranjera aumentaron durante el transcurso de 2012 a 2013 en un 2,58%, mientras que las familias con sustentador nacional presenciaron una subida más moderada, de 0,48%. Estos datos se desprenden del estudio Los hogares inmigrantes en España de EAE Business School, que analiza la situación del 10,15% de las familias que viven en España.

"Hemos visto cómo en 2013 el porcentaje de hogares cuyo sustentador principal es inmigrante ha aumentado en España. Los datos demuestran que este crecimiento no es provocado por un descenso de las familias de nacionalidad española, ya que estas también crecen aunque en menor medida", explica el director del Strategic Research Center de EAE Business School, Juan Aitor Lago, a raíz de los resultados obtenidos.

El consumo de los hogares en España durante 2013 fue de 493.514 millones de euros, lo que supone una caída del 3,07% respecto al año anterior. El descenso más acusado del gasto se percibe en las familias extranjeras, cifrado en 2013 en 35. 600 millones de euros, una pérdida de 5.651 millones de euros en comparación con el año anterior.

Por nacionalidad, las diferencias son más evidentes. Mientras que la caída del consumo en familias españolas fue de un 2,34%, en las de nacionalidad extranjera fue de un 13,04%. No obstante, uno de los factores son las propias dificultades para llegar a fin de mes, pues se estima que al menos un 80% de los hogares extranjeros se ven en esta situación frente al 20% de los españoles.

Los datos del estudio revelan también como el gasto medio por familia se reduce en los hogares formados por inmigrantes. En concreto, un 22,7% menos que una familia española, situándose la media en los 7.473 euros. Sin embargo, una familia española gasta 11.175 euros (dato inferior al de 2012 también).

Por partidas, los inmigrantes destinan el 70% del gasto en vivienda (32%), alimentos y bebidas no alcohólicas (15,71%), transportes (13%) y restaurantes (8,55%). Porcentajes muy similares a los de los españoles, cuyo consumo también va destinado principalmente a estas partidas.

Frente a la preferencia general de los españoles por comprar una vivienda antes que alquilarla  (77,7% frente al 15,40%), las familias inmigrantes optan antes al alquiler. En el caso de que se traten de  inmigrantes comunitarios, los datos sitúan el alquiler en un 56,5% frente al 41% en la compra.

Este dato es todavía más agudo en las familias de nacionalidad no comunitaria: 69,9% opta por el alquiler frente al 22%, que equivale a la compra.