Michael Jackson reitera su inocencia en la víspera del arranque de su juicio

La calma de la pequeña localidad californiana de Santa María se verá hoy interrumpida cuando comience el juicio por pederastia contra el cantante Michael Jackson, que insiste en que es inocente.

La ciudad vitivinícola, de unos 85.000 habitantes, se ha preparado para lo que llama "el mayor espectáculo del mundo" con una triple alambrada alrededor de su tribunal, que también ha sido rodeado de sacos de arena.

En total, 65 policías vigilarán este improvisado fuerte donde dará comienzo el juicio más esperado del año contra una de las figuras más conocidas de la cultura popular: Michael Jackson.

El niño prodigio proclamado "Rey del pop" y también descrito debido a sus excentricidades como "Wacko-Jacko" (el loco Jacko), de 46 años, tendrá que responder ante la justicia de las diez acusaciones de abuso de un menor de 13 años.

En un último comunicado antes de comenzar el juicio, Jackson, que está libre tras depositar una fianza de tres millones de dólares, insistió ayer en su inocencia, recordó su labor benéfica en favor de la infancia y describió el proceso que está viviendo como "una pesadilla" para él y su familia.

Su condena por todos los cargos, que también incluyen los de suministrar alcohol a un menor y formar parte de un complot contra la familia, acarrea una pena máxima de hasta veinte años de cárcel.

Ese momento queda aún lejos en un proceso que comenzará hoy con la selección del jurado. Por el tribunal de Santa María se espera que pasen hasta 750 posibles jurados para recoger un cuestionario de siete páginas que deberán devolver cumplimentado para el 7 de febrero.

En un plazo de un mes, el juez del caso espera haber conseguido doce miembros del jurado, más ocho suplentes, todos ellos residentes de Santa María y cuya disponibilidad debe de ser amplia, dado que la fase de testimonios y deliberación puede durar de cinco a seis meses.

Para lo que no habrá que esperar tanto es para el circo informativo que ya se ha formado a las puertas del tribunal. Como ocurre en todos los juicios de famosos, habrá muy poco de normalidad en un proceso que, dada la popularidad de su protagonista y lo escabroso de las acusaciones, tiene garantizada la atención mundial.

A estas alturas no queda una habitación de hotel disponible en Santa María y son numerosas las empresas que han alquilado sus locales a las cadenas de televisión. Además, está la cohorte de seguidores de Michael Jackson, que como ya han demostrado en anteriores audiencias en las que ha comparecido el artista, se sumarán en cientos para expresar su apoyo a su ídolo en las horas más críticas de su popularidad.

Todo un ambiente para un proceso sórdido donde se espera una encarnizada lucha de abogados que pruebe la culpabilidad del acusado o le exima de toda culpa mostrando la falsedad de las acusaciones.

En un juicio en el que el acceso informativo está muy restringido, lo que es seguro es que Jackson y su acusador se verán frente a frente. Se trata del mismo joven, ahora de 15 años, que contó con todo detalle al jurado de investigación cómo Jackson supuestamente le enseñó a masturbarse y le frotó los genitales.

Igual de sórdida será la defensa de Jackson, ya que se espera que sus abogados insistirán en los antecedentes de una familia que demandó a unos grandes almacenes por asalto sexual y de un joven malhumorado y con experiencia sexual previa al supuesto abuso.

En víspera del comienzo del juicio, Jackson reiteró ayer en un vídeo divulgado en su página en Internet que es inocente, que tiene "una gran fe en el sistema judicial" y que los detalles del testimonio del joven acusador al jurado de investigación son "asquerosos y falsos". "No estamos hablando precisamente de unos corderitos inocentes", subrayó Tom Mesereau, abogado defensor de Jackson durante la última audiencia previa a este juicio.

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