Un joven estadounidense, llamado Antonio Martin, ha muerto por disparos de la Policía en una gasolinera muy cercana a la ciudad de Ferguson, lugar donde murió en agosto, tiroteado por un agente, el joven Michael Brown. Fuentes policiales han asegurado que han abatido al joven después de que este les apuntara con una pistola.

Tras el suceso, un gran número de personas se ha congregado en la zona, entre ellas la madre de Antonio Martin que ha identificado el cuerpo. Los congregados han empezado a increpar y enfrentarse a la Policía que custodiaba la zona por lo que los agentes han arrestado a varios de los manifestantes. Hasta el momento se contabilizan 3 detenidos.

Según cuenta el periódico estadounidense Saint Louis Post Dispatch, citando fuentes familiares de Martin, el joven se encontraba en la gasolinera junto a su novia cuando fue disparado por un agente de la Policía.

Según la policía, que no ha facilitado la identidad del fallecido, el individuo iba armado y apuntó con su pistola al agente cuando este se acercó a él y a otro individuo en una ronda rutinaria en una gasolinera en las afueras de Berkeley. Temiendo por su vida, el agente de Berkeley hizo varios disparos, alcanzando al sujeto, hiriéndole mortalmente", dijo el portavoz de la policía del Condado de Saint Louis, Brian Schellman, en un comunicado difundido en Twitter.

El Departamento de Policía del Condado de Saint Louis ha añadido que se "está llevando a cabo una investigación" sobre el incidente y que han recuperado el arma del muerto en la escena del incidente.

Este suceso puede avivar las llamas del conflicto que vive Estados Unidos desde que en agosto un policía matara a Michael Brown en Fergusson y posteriormente saliese absuelto. Este y otros sucesos parecidos han provocado que una ola de protestas contra los abusos policiales se extendiera por todo Estados Unidos.

Hace apenas dos días un hombre negro entró armado en varias comisarias de Nueva York matando a dos agentes antes de suicidarse en una estación de metro.

Esta misma noche, centenares de personas se han manifestado en Nueva York contra el abuso policial y contra el racismo a pesar de que el propio alcalde de la ciudad Bill de Blasio pidiéra a sus conciudadanos una tregua en las protestas por al muerte de dos los dos policías a manos del hombre negro que posteriormente se suicidó.

De Blasio había pedido que se respetase los funerales de los dos agentes y se suspendiéran las movilizaciones hasta después de los distintos homenajes que están preparados para ambos policías.

Los organizadores de las manifestaciones no han creido oportuno "caer en la histeria" y han optado por continuar con su agenda. La manifestación, llevada a cabo dos horas después del minuto de silencio frente al ayuntamiento de la ciudad dedicado a los agentes muertos, ha transcurrido con bastante normalidad ante una fuerte presencia policial.