"Mi familia lleva comprando el mismo número de la Lotería de Navidad desde la Guerra Civil"

Antonio y Manoli, la apreja de ancianos premiados con El Gordo de la Lotería de Navidad de este año.
Antonio y Manoli, la apreja de ancianos premiados con El Gordo de la Lotería de Navidad de este año.
JORGE PARÍS
Antonio y Manoli, la apreja de ancianos premiados con El Gordo de la Lotería de Navidad de este año.

En torno al mediodía de este lunes, día del sorteo de la Lotería de Navidad, Lara Alonso (36 años), madre de cinco niños y propietaria del restaurante 'El Mentidero de la Villa', ubicado en la madrileña calle Zurbano (Chamberí), daba media vuelta con el coche para volver a su lugar de trabajo. Ese parecía un día normal, pero acababa de enterarse que los 15 décimos de lotería comprados para los 40 empleados de su negocio acababan de ser agraciados con El Gordo.

"Cuando he vuelto no podía encontrarles. Estaban todos fuera, en la administración de enfrente, donde compré el número. Había gente llorando, bebiendo champán y llamando a sus familiares. Yo aún no he podido llamar a los míos. Les he ido a buscar para ver si alguno me puede ayudar a atender a los clientes, ¡el restaurante se ha quedado vacío!", comenta Lara a 20minutos poco antes de fundirse en un abrazo con uno de los trabajadores que acababa de aparecer en la cocina.

En total, la administración de lotería de esta calle ha vendido 118 series del número 13.473, premiado con 400.000 euros cada décimo. "Ha estado muy repartido, casi todos los vecinos del barrio han tenido que llevarse un número. Seguro", dice una de las empleadas del local.

Sin embargo, los millones del premio de este año no se quedarán solo en el barrio, ni en Madrid, sino que volarán por medio mundo (Rumanía, Venezuela, Guinea, Colombia, Bolivia...) gracias a que la mayor parte de los trabajadores del establecimiento son inmigrantes.

"No sé cuánto me habrá tocado, pero calculo que serán unos 120.000 euros. Voy a volver a Bolivia feliz y muy agradecido de estos ocho años en España". Quien así habla es Jaime Mercado, boliviano de 52 años y repostero en 'El Mentidero'.

El dinero no podía llegar en mejor momento. Dentro de dos semanas Jaime será operado en el estómago por un problema en las arterias. "Es una enfermedad grave, y tras la cirugía voy a necesitar mucho tiempo de reposo. Quería volver a mi país tras la operación, para estar con mi familia, mi mujer y mis dos hijos. Aquí estoy solo, sin nadie, y se pasa muy mal, sobre todo si estás enfermo", dice.

Madrid en el corazón

"Ahora no sé qué haré con tanto dinero, seguro que siempre llevaré a Madrid en mi corazón. Aún no me lo puedo creer", afirma, mientras se limpia las lágrimas con el delantal del trabajo.

Jaime volvía poco después a sus labores de cocina. Se acercaba la hora de la comida y parecía que la celebración, los gritos y el champán daban a su fin, pero justo en ese momento hacían acto de presencia Antonio Hita (70 años) y Manoli Huertas (68 años), una pareja de jubilados de Ciudad de los Ángeles (Villaverde).

"¿Qué les trae tan lejos de su barrio?", pregunta uno de los muchos periodistas que abarrotaban la calle a esa hora: "Venimos a por El Gordo. Esta Nochebuena pensaba poner langostinos, pero después de lo que nos ha caído seguro que pondré muchas más cosas", explica Manoli, con una sonrisa en la cara. "Es el número de los Hita. Los cinco hermanos y 10 primos que formamos parte de la familia nos repartiremos el premio", apostilla Antonio, con muchas dificultades para hablar debido a las secuelas de un cáncer de boca que sufrió este año.

Antonio llevaba más de 20 años abonado a este número, "pero mi familia lleva comprándolo desde la Guerra Civil, cuando mi padre ganó 400 pesetas en otro sorteo de Navidad", dice. "Al morir, mi abuelo le pasó el abono del número a mi padre. Ni te imaginas las ganas que teníamos de que acabara 2014. La operación de mi padre, mi marido en paro.. y ahora mira, 20 décimos de lotería, a 400.000 euros cada uno... calcula", explica Mónica Hita, hija de Antonio, de camino a la cafetería donde ha quedado con el resto de parientes para celebrar el premio.

Mientras tanto, Lino, el administrador de la lotería, invitaba a champán a todo el barrio y contaba cómo él también llevaba más de 20 años jugando al número 13.437 gracias al abono y empecinamiento de su suegra, fallecida hace cuatro años. "Todas las Navidades nos daba un número de regalo, para seguir la tradición", asegura Begoña, otra de las empleadas del local.

En total, esta administración de lotería ha vendido 118 series de El Gordo: más de 470 millones de euros que se ha repartido entre varios negocios cercanos de la zona, como las oficinas de Reale Seguros, el Museo de Cera y el Club Financiero Génova.

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