Los accesos a Madrid soportan a diario la entrada o salida de un millón de coches: los ciudadanos de las diez localidades más pobladas del extrarradio siguen sufriendo atascos cotidianos por lo menos en una veintena de puntos cuando salen de sus municipios para ir a trabajar a la capital.

"La política del Ayuntamiento de Madrid es ahuyentar los coches de la capital (en especial del interior de la M-30), pero en el extrarradio siguen los problemas”, explica Francisco Cecilia, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). La Benemérita está a cargo de la seguridad vial en carretera.

Según Cecilia, “hay falta de capacidad de las vías respecto al parque automovilístico. Aunque en la Comunidad de Madrid hay 3 millones de kilómetros cuadrados de carretera, la falta de accesos a vías de alta capacidad genera también retenciones en cascos urbanos".

Desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA) consideran que este problema es de origen estructural, determinado por la propia vía, y que va a seguir existiendo mientras no se altere la estructura viaria o el sistema de tráfico: el número de vehículos supera la capacidad de la vía, y si no se aumenta esa capacidad, hay que buscar otras soluciones.

Por eso, desde AEA proponen una medida muy económica que ya se utiliza en Francia: la prioridad de paso “en cremallera” en accesos y salidas.

“Actualmente se forman colas enormes, se enfadan unos con otros, y se desprecia una parte de la vía: la alternancia obligatoria reduciría a la mitad los atascos y las colas, pero es necesario hacerlo norma”, dijo Mario Arnaldo, de AEA.

Otro factor que alienta a los ciudadanos del extrarradio a usar el coche es la subida de precios del transporte público.

“Quien ya tiene un coche pagado lo usa al ver que le compensa económicamente, ya que las tarifas de transporte público han ido subiendo más que la gasolina: la carretera se llena por la falta de usuarios del transporte público”, dijo Iván Villarrubia, de la Asociación En Bici por Madrid.

En las diez localidades más pobladas del extrarradio (Móstoles, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Leganés, Getafe, Alcorcón, Torrejón, Parla, Alcobendas y Coslada, que aglutinan más de un millón y medio de habitantes) se concentran al menos veinte puntos urbanos de congestión (siempre teniendo en cuenta las carreteras que les conectan con Madrid).

Tiene varios puntos de congestión, como las dos glorietas del hotel La Princesa, vía de salida y acceso a la M-506 y a la M-50, donde desembocan calles de Móstoles y de Alcorcón. “No tiene regulación semafórica y rara vez hay presencia de la Policía Local o la Guardia Civil para dirigir las maniobras”, dijo un vecino que prefirió el anonimato.

Otro es la conexión de la M-506 con la calle de Simón Hernández, con retenciones que suelen prolongarse un kilómetro, desde el cruce de la Avenida de Carlos V hasta la rotonda que enlaza con la M-506, pasado el Polígono de Regordoño. Junto con las glorietas de La Princesa, recoge todo el tráfico de salida y entrada de la zona este del municipio, además del que circula por la zona industrial.

También la rotonda de El Soto, con problemas principalmente de entrada debido a la alta densidad del tráfico que llega por la A-5 desde Navalcarnero y el centro comercial Xanadú.

Además, Juan Vicente Jiménez, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Móstoles, dijo que todos los días la A-5 sufre atascos en hora punta que comienzan en su ciudad y llegan hasta la misma capital, pasando por Alcorcón.

Las ciudades más pobladas de las que se conectan con Madrid a través de la Autovía del Sur no registran atascos importantes y cotidianos en su casco urbano, aunque vecinos dicen que la A-42 se satura por las mañanas en sentido Madrid.

“Como han reducido las frecuencias de Cercanías desde Getafe a Madrid, la gente coge más el coche y así la saturación de la A-42 continúa todas las mañanas”, dijo Juan Carlos Martín, de la Asociación de Vecinos del barrio getafense de La Alhóndiga.

Tiene retenciones en las rotondas gemelas que conectan el Camino del Molino con la Calle de Francia, siendo el único punto que une el barrio del hospital y el campus universitario con el casco urbano. También en la rotonda inferior que une la calle Luis Sauquillo con la carretera de Humanes, donde van a parar los coches que circulan hacia ambos municipios y los que se incorporan desde la M-506.

Otro punto caliente de la ciudad es el de las tres rotondas de Cobo Calleja: atravesar el polígono usando la M-506 puede suponer demoras de 20 minutos, según Ángel, vecino de la zona.

Se producen atascos en la rotonda de la Avenida de los Castillos; las rotondas de la Avenida de Móstoles (“una ratonera donde se concentra el tráfico interior del municipio, el que llega o se dirige a la A-5 y el que quiere acceder al Centro Comercial Tres Aguas”, explica un vecino); la rotonda de Tres Aguas (afectada por la incorporación desde la A-5 y la Avenida de San Martín de Valdeiglesias que lleva a Villaviciosa de Odón); y las rotondas del Parque Oeste (la Avenida de Europa, que atraviesa esta zona comercial de grandes superficies, se colapsa cada fin de semana debido a la gran afluencia de clientes).

“La apertura de vías exteriores solo ha mitigado en parte el problema. El acceso desde la A-5 por la Calle de Luxemburgo es el más problemático ya que la fila de vehículos que intenta acceder al parque comercial dificulta la circulación en la A-5 y extiende el atasco desde el enlace con la M-506 y hasta la altura del Ikea”, explica el vecino.

Los vecinos se quejan de que la Avenida Fuenlabrada es muy estrecha y tiene mucha afluencia, lo que además de provocar atascos, genera problemas a los peatones; al igual que la Avenida  Juan Carlos I que conecta con Parquesur.

“Hace años planteamos la peatonalización de zonas en el barrio de Zarzaquemada (con 70.000 habitantes, uno de los de mayor densidad por metro cuadrado de Europa) ya que los coches que van al centro comercial Parquesur colapsan las vías”, dijo Juan Antonio Sánchez, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Leganés.

Sánchez también agregó que el túnel del Paseo de Colón (por el que pasan varias líneas de autobuses que conectan con Madrid) es tan estrecho que si hubiera un choque o un incendio, las personas no podrían salir del autobús debido a la estrechez del túnel.

Esta zona del noreste concentra la mayor cantidad de problemas de atascos o ralentización del tráfico hacia Madrid por las mañanas, pese a que hace unos años se acometiera una importante ampliación de un carril en la A-2 hasta el límite de demarcación con Guadalajara, que ha mejorado notablemente los traslados.

“A pesar de esa mejora, y de mejores accesos a polígonos, sigue habiendo problemas”, explica Francisco Cecilia, de la AUGC.

A la altura de este municipio se encuentra uno de los puntos más críticos de tráfico matinal de la Comunidad de Madrid, desde sus salidas a la A-2 hasta la curva de San Fernando de Henares.

“En la ciudad no se producen atascos, cuando se producen es porque está atascada la A-2, por las mañanas, cuando todo el Corredor del Henares sale a esa autopista”, dicen desde el Ayuntamiento.

“Hay siempre atascos grandes entre Alcalá y Torrejón”, dijo una vecina, que agregó que incluso es habitual ver a gente intentado evitar el atasco de la A-2 metiéndose en las vías de servicio.

“Pero eso se convierte en una ratonera”, explica.

En la segunda ciudad más poblada del extrarradio, en las horas punta de la mañana, sus ciudadanos suelen sufrir a la hora de salir hacia Madrid .

“Todas las mañanas es un horror”, dijo Leticia, una vecina de la ciudad de Cervantes, ya que “aunque el transporte público funciona bien, la gente sigue cogiendo mucho el coche”.

La vecina agregó que también la antigua carretera de Alcalá de Henares se atasca a primeras horas de la mañana, a la altura de la Fiat.

El Gobierno municipal de Alcalá considera que “tras ejecutar el Ayuntamiento infraestructuras como el paso subterráneo en la Avenida de Madrid (rotonda de FIAT) no hay 'puntos negros de tráfico'".

“Evidentemente, se pueden dar situaciones puntuales, pero nada destacado”, señalaron.

Este ayuntamiento ha dispuesto una web (www.traficoalcala.es) a través de la cual es posible comprobar en tiempo real el tráfico en puntos clave de la ciudad.

La mejor cara de Coslada es que tiene una altísima y muy efectiva conectividad de transporte público: una ciudad de 90.000 habitantes tiene dos líneas de cercanías que la conectan con múltiples puntos de Madrid, además de la línea 7 de metro.

“Esto ayuda a que no haya gran tráfico en la ciudad: en apenas 20 minutos estás en Atocha en Cercanías, o en Avenida de América en Metro”, dijeron desde el consistorio.

Sin embargo, su gran problema es que, siendo sede del puerto seco, los camiones no siempre respetan la prohibición de entrar al casco urbano. Vecinos denuncian que se utilizan vías urbanas “como una prolongación de la M-40 y la M-45 para el paso de camiones portacontenedores, frigoríficos y demás de gran tonelaje”.

Concretamente, los camiones suelen entrar en la zona desde la Glorieta 1º de Mayo hasta el recinto ferial, donde hay tres Colegios, dos Institutos, la escuela Municipal de Música, cientos de viviendas, un centro de salud y varias guarderías, según explicó Tomás Arcos, de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Coslada.

En Alcobendas hay al menos dos puntos claves de complicaciones de tráfico por las mañanas. Uno es la salida por el Paseo de la Chopera en la rotonda de la Menina.

“Por ahí se juntan todos los coches que vienen del polígono industrial  de San Sebastián de los Reyes, los que vienen de la propia Alcobendas y los que llegan desde la antigua N- 1”, explicó Mario, vecino de la ciudad.

Varios vecinos dijeron que en hora punta se producen aglomeraciones muy cerca de allí, en el tramo que une la zona de empresas de la salida de la Moraleja (al lado de Diversia) y el hotel Amura (a la salida del casco urbano de Alcobendas).

Las avenidas y accesos  a la capital tampoco son ajenos a los atascos de tráfico. Entre los puntos con mayores retenciones por las mañanas están la entrada a Madrid por la A-5 (avenida de Extremadura), los accesos por la A-1 (carretera de Burgos) y avenidas del centro, como José Abascal, Gran Vía o los bulevares. Además, estos atascos habituales en la capital se acrecentarán en las próximas fechas navideñas debido a la afluencia de personas hacia el centro.