Los vestigios hallados entre los escombros del edificio de Leganés, en el que se inmolaron siete terroristas del 11-M el 3 de abril de 2004, fueron objeto de otro informe provisional de la policia.
Según ha explicado la agente, los textos que aludían a los dos primeros objetivos fueron escritos por el procesado Mohamed Bouharrat, mientras que el tercero correspondía al suicida Rachid Oulad Akcha.
Entre los escombros apareció también una copia del fax de reivindicación que se remitió al periódico ABC: "No se ha podido identificar la autoría", afirma.
El disco duro de Leganés
Un disco duro recogido entre los escombros, así como varios pendrive, contenían documentos sobre entrenamiento militar, preparación de explosivos, planos de armas de destrucción masiva o la guerra de guerrillas en las ciudades: "Esto fue objeto de un segundo informe", matiza.
También recuperaron documentos informáticos sobre las comunicaciones —como Yihad y la cruz—, cómo hacer emboscadas, funcionamiento del AK-47 —kalashnikov—, campos de entrenamiento, cómo resistir interrogatorios, etc.
También encontraron otros documentos llamados Estandarte y bandera, sobre cómo debe ser un muyahidin, entre otros.
La policía también encontró libros en muy mal estado e incluso algunas armas de fuego: "No pudimos ver la procedencia de las armas, sólo la que se le robó a un guardia civil, ya fallecido", matiza.
Restos de ADN
Fueron muchos los restos de ADN encontrados en la vivienda de Leganés: "No sólo estaba el ADN de los suicidas", asegura la perito.
Un buen ejemplo de este extremo sería un gorro en el que se hallaban restos genéticos pertenecientes al procesado Basel Ghalyoum.
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