La presentadora del programa La mañana de La 1, Mariló Montero, se estrena en el mundo de las letras con un libro de historias, El corazón de las mujeres no tiene reglas (Temas de Hoy), que pretenden acercar al lector la realidad de muchas mujeres y reivindicar además empatía entre nosotras.

Aprovecha la periodista para hacer unas cuantas reflexiones acerca de la necesidad de ayudarnos las unas a las otras en lugar de andar a codazos y dejar atrás todos los lastres que tanto han detenido el progreso femenino.

"Me atrevo a afirmar que no hay éxito laboral si no hay éxito en el hogar", escribe en su libro...

Sólo tú has de decidir si quieres quedarte a trabajar en casa, en cuyo caso estás renunciando a tener una carrera profesional. El éxito sería que si la mujer decide trabajar en la calle tenga también éxito en el hogar. Si no, sería un fracaso: no estás concentrada a nivel profesional, estás distraída, te sientes totalmente arruinada y dices: me vuelvo a casa, y ésa es nuestra perdición. Tienes que tener éxito profesional, ser feliz y así delatarás que tu casa está en orden.

¿Y a ellos no les pasa?

Ahí está el 50%. Que las políticas sociales, laborales y familiares nos faciliten equilibrios laborales y personales. Una mujer sola no lo podría hacer: ya está demostrado por nuestras madres, ¿no? Se dedicaban a la casa. Hace falta que en un 50% estén en casa los dos.

¿A ellos no se les culpa tanto?

¿A quién se le adjudicaron las ronchas en los calcetines de Rajoy? ¿Tú no ves cuando te pones el calcetín que tiene un roto? Porque tú, como mujer, sí ves un enganchón en las medias.

Y si no lo ves, no habrá muchas que digan: fíjate qué medias le ha puesto su marido, ¿o le parece que sí?

No, eso no lo dicen, pero sí dicen: mira qué calcetines le ha puesto su mujer. Para que haya un equilibrio mental y que la mujer esté en paz  hace falta que muchas cosas funcionen bien: el trabajo y la casa, o la casa y el trabajo.

En su caso personal ¿lo ha logrado, lo logra, lo logró?

Cuando construyes una familia tienes que saber que hay edades en las que estás dedicado exclusivamente a ti; otras en las que vienen los hijos y tienes que dedicarte a ellos plenamente; y cuando son adultos te dices: ya estoy liberada. Es un trabajo de familia. Y no sólo intervienen los padres, también los hijos. Los hijos no deben venir al mundo a que se lo den todo hecho, tienes que enseñarles tú a que desde pequeños contribuyan a las tareas del hogar y de eso nos responsabilizamos las madres y los padres actuales para que con las nuevas generaciones esté solucionado el problema que seguimos arrastrando.

¿Cree que aún no hay una educación para la igualdad?

Esa semilla se pone en casa, en las escuelas es importante, pero en casa tienen que ver que todos participan. Que vean que el hombre también se preocupa de que se acaba el Mistol y esas cosas.

Si entra en casa de su hijo y lo ve todo desordenado, ¿a quién culpa: a su hijo a su novia/mujer/ pareja?

Una cosa será la que piense y otra la que diga. Si es mi hijo, yo estoy muy orgullosa porque es muy ordenadito. Ahora, que voy a una casa que está todo hecho un desastre pues perfecto, cada uno es como es y cada uno en su casa tiene sus derechos.

"Se sigue viendo con el morro torcido a las mujeres separadas y divorciadas", afirma en su libro, ¿de verdad lo piensa?

Mujer de 49 años y soltera: ¿qué dice la sociedad?, soltera, 49 años, ¿no se ha casado?, ¿y eso?, ¿no ha tenido nunca novio serio? Se le mira raro y se le hacen preguntas. Si ven a una mujer divorciada, también buscan el motivo y cierto halo de acritud que le acompañe.

¿Con ellos no pasa?

No. De ellos se dice que es un soltero de oro, un gran empresario, su mujer lo dejó... Cuando hablo de la valentía de las mujeres lo que digo es que todas nosotras nos protejamos. Podemos vivir solas y que no nos miren con pena y digan: pobre, no está protegida por un hombre.

No da la impresión de que eso le suceda a usted...

Con 19 años me fui de un pueblo de 13.000 habitantes a Costa Rica a trabajar. Mi madre se ha preocupado de que yo tuviera una fortaleza para que fuera autosuficiente e independiente. Hasta mi padre me decía: gana tu propio dinero, no dejes nunca de trabajar, tienes que tener tu independencia.

¿El corazón de las mujeres no tiene reglas?

Quiero decir que el corazón de las mujeres no debe tener reglas sobre todo sociales y culturales. Las reglas que nos han metido en la educación, madres de antaño, como el caso que recojo en el libro de una mujer a la que su marido le había partido un palo de escoba y la reventó, llamó a su madre para contárselo, y su madre le dijo: aguanta, hija, los hombres son así a veces.

También hay hombres desprotegidos cuando se separan y no se les deja ver a sus hijos...

Soy una gran defensora de que las leyes cambien y sean igual de justas para ellas y ellos. Que den de igual manera la custodia a los padres y a las madres porque el derecho de los hijos es tanto a disfrutar de las madres como de los padres y hay mucha parte que los jueces tienen que cambiar. Y hay que aprender a divorciarse de manera civilizada.

¿Ha recibido de modo civilizado las críticas y polémicas?

Soy un junco, y me puede ladear el viento pero no tumbarme. Todo es para bien, he analizado todo, y si tuviera que decir públicamente algo que me duela es que digan una mentira tan gorda como que soy mala compañera. Todo lo demás son malinterpretaciones, laspsus . Si oyeras todas las emisoras de radio, leyeras todos los periódicos y vieras todas las erratas que publicáis todos, incluso los que publican mis pifias...

¿Nota los ojos puestos de modo especial en usted?

Bueno, pero eso no es más que para bien.

¿Ha oído eso de que igual lo hace aposta?

Hombre, si lo hiciera aposta sería buen marketing. Los TT son improvisados, no se pueden preparar.

En su libro habla de ser uno mismo por encima de lo que los demás quieran que seamos, ¿en su caso es así?

Sí. ¿Por qué tienes que hacer un papel toda tu vida? Acabarías loco, sería un fingimiento toda la vida.

Pues no sé si hay muchos que lo logren...

Pues tendrán que dar la patada o serán desgraciados toda la vida. Por eso animo a la fortaleza de las mujeres en el libro.  Sólo quiero remover un poco la conciencia. La editoriales me estaban pidiendo una novela, pero no me da la vida.

¿Qué le parecen estas peticiones de novela a caras televisivas?

Es lícito que las editoriales busquen rentabilidad y habrán visto que venden más los populares. Si me preguntas a quién busco yo para leer te digo que a los que me cultiven, pero estamos obligados a leer libros por nuestro trabajo, como tú con el mío.

Siempre hay tiempo para leer, ¿o sólo para ver la tele?

Pero te tiene que gustar.

¿Fue usted siempre lectora?

Yo he sido ladrona de libros de mi madre, que era una gran lectora. Le cogía el libro y lo leía a escondidas.

Si le pregunto ¿tele o libros?

Libros, libros, libros.

¿Y por qué no pelean más por hacer hueco a los libros en la televisión?

No me tires de la lengua. Me apasiona, pero no da audiencia. Además, imagina, dirían: ¿qué hace la del río Nilo haciendo un programa de libros?

Vuelvo a su libro y le devuelvo una pregunta que plantea usted en él: ¿qué se hace con una familia que será desahuciada en un mes?

Saber su caso, atenderla, escucharla, darle cobijo y alimento y una solución, porque esa persona necesita un abogado para saber qué ha pasado con su banco. Creo que están bastante abandonadas las personas que están siendo desahuciadas. Ahora tampoco se pueden regalar pisos a todo el mundo.

También dice en el libro que tendremos que empezar a saber ser pobres, ¿podemos?

Pues estamos aprendiendo a ser pobres a palos. Unos más que otros.

Ahí voy: unos más que otros.

Yo espero que las políticas actuales solventen esos problemas, porque España no se puede quedar así, como unos zorros.

¿Cómo?

El gobierno, según algunos expertos, está siguiendo la única fórmula posible, y que era lo que tardó Zapatero en acometer. Pero era la misma fórmula. Es de ley que la oposición haga su trabajo y el gobierno el suyo. Yo espero que de ésta nos saquen sí o sí.

Hablando de sacarnos de ésta, ¿entrevistaría a Pablo Iglesias?

Por supuesto, yo estoy en contacto con él y hemos quedado que cuando pueda nos veremos. Es el secretario general de un partido.

¿A qué cree que obedece el voto que tiene?

Creo que es una demostración del enfado que tiene la sociedad española en contra de la inmensa corrupción, porque ahora mismo hay un descrédito político muy grande, y no sé a qué vamos a tener que irnos, si a los tecnócratas o qué va a tener que gobernar este país, pero también tenemos que pensar que hay un porcentaje muy bajo aunque sea muy escandaloso de políticos corruptos. Yo me quiero creer esa teoría de que hay más políticos honrados que corruptos.

¿Sigue usted creyendo en la clase política?

Creo, no nos queda más remedio, porque entonces ¿en qué nos convertimos?, ¿en una anarquía? Tiene que haber un orden, un organigrama político, social, cultural. No vamos a volver a la antigua Grecia, al mundo desde el origen. No vamos a volver a las cavernas y a comernos los unos a los otros.  No, hombre, no. Nos ha costado mucho construir la democracia que tenemos. No nos olvidemos que venimos de un golpe de estado. Yo quiero valorar lo que se ha hecho que es una Constitución que nos mantiene a todos en unos límites que todos hemos votado y simplemente hay que reformar algunos puntos que se quedan obsoletos. ¿Qué ocurre con Podemos? Que obedece a la demanda de una sociedad de decir oye queremos que se cumpla esa Constitución y que todos tengamos esos derechos constitucionales y esto es pan, comida, casa, vivienda, trabajo, libertades... Cúmplalo, usted, que para eso lo he elegido, pero eso Podemos no lo va a poder hacer porque esto no es Dubái para que tengamos sueldo vitalicio. Y tú tienes que pagar una deuda, no puedes regalar pisos a todo el mundo. Si te lees su programa es pura entelequia, teoría, pero nada concreto.

Ya han concretado algunos puntos...

Claro, ya matizan, bueno es que no, es que tal. Es interesante escucharlos.

Los tienen con el ojo encima... Y a Tania Sánchez...

Como mujer me parece muy justo que Tania Sánchez pida que no la estén sacando todo el tiempo como cabeza de Izquierda Unida porque sea pareja de Pablo Iglesias.

Por ejemplo.

Hablando de mujeres: ¿con qué se queda jefe o jefa?

Un buen profesional sacando lo mejor de mí. La buena dirección no tiene sexo. Puntualmente me he encontrado con alguno bueno, con alguna mala y con alguno regular.

¿Y con alguna buena?

Y con alguna buena, sí.  Es que ser profesional y ser bueno no es cuestión de género.

No debería, sin embargo ¿no han aprendido muchas a mandar de los hombres?

Las mujeres normalmente copian el modelo de hombre.

¿Somos peores a veces nosotras?

Sí, claro por eso reivindico más empatía y solidaridad entre las mujeres. Hay sitio para todos y el talento es individual, con lo cual que cada uno coja su sitio pero sin dar el codazo al de al lado.

¿Todos tienen talento?

Para algo, unos para una cosa y otros, para otro. Lo que me fastidia es cuando llega alguien y empieza a dar codazos al de al lado. Con eso y teniendo ayuda de algún padrino puedes hacer daño a los demás.

¿Esta crisis no tiene algo que ver también con esa circunstancia de que a veces el de arriba está empeñado en que nadie le haga sombra?

Espero que vaya cambiando, ya tiene que verse un brote de mujeres que están dirigiendo y espero que si ellas utilizan su talento femenino... No todas las mujeres por serlo son buenas, que no soy feminista radical, trato de ser justa. Que quede claro.

Y como mujer, ¿aún tenemos mucha cuenta pendiente con el sexo?

Oh, sí. Y estamos en lo mismo, que te da corte, que no has llegado, que has fingido.

¿Y ellos no se dan cuenta de que una mujer finge?

¡Por favor! Lo que pasa es que dicen yo me lo he pasado de maravilla, yo me voy de aquí y ya está. No, querido, no, hay que decir: ven, que te voy a enseñar un poquito. Entonces pierdes el rubor, el pudor, y dices esto es una forma de hablar, el sexo es una forma de comunicación. Es un baile maravilloso del que los dos salen satisfechos, y eso también se educa, hay que enseñar a los hijos.Antes los hijos queríamos que los padres nos hablaran de sexo y ahora son los padres los que queremos hablar a los hijos de sexo. Hablo de sexo con mis hijos aunque no me quieran oír. Más les vale que me escuchen. Y me dicen: mamá, que eso no, y yo: eso lo escuchas, y así se lo digo a los dos, que tengo un varón y una hembra. A dos velas no se puede ir a casa una.

Así que ha aleccionado a su hijo para que no deje a una mujer...

Por supuesto, pobrecitas nuestras madres...

¿Lo peor que pueden decir de usted?

Que no valoren tu talento y tu carrera y que te acusen de que son otros los que te han puesto donde estás.

¿Y lo mejor?

Que te hayas leído mi libro.