La menor obligada a prostituirse en Padrón dice que la amenazaron y que el dueño del club pagó su traslado a Santiago

Las defensas reiteran la inocencia de los acusados, alegan que no hay pruebas de las coacciones y dicen que se prostituía "porque quería"
Tercera jornada juicio menor rumana obligada prostituirse
Tercera jornada juicio menor rumana obligada prostituirse
EUROPA PRESS
Tercera jornada juicio menor rumana obligada prostituirse

La menor supuestamente obligada a prostituirse en Padrón (A Coruña) ha reiterado este martes que era víctima de amenazas por parte del compatriota rumano al que acusa de haberla retenido en su vivienda de Santiago y obligarla a ejercer la prostitución, al tiempo que ha señalado que fue el dueño del club La Perla el que sufragó su traslado desde Medina del Campo.

La menor, que contaba con 15 años cuando sucedieron los hechos, ha declarado este martes por videoconferencia desde Rumanía en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra Danut S. y Manuel M.Q., ambos acusados de retenerla contra su voluntad en Santiago y obligarla a ejercer la prostitución en el club que regenta el segundo.

Aunque en la primera sesión la Policía rumana dio cuenta de que había sido imposible localizar a la víctima, que permanecía en paradero desconocido desde febrero, en la segunda jornada el hermano del principal acusado se puso en contacto con su abogada desde Rumanía indicando que se encontraba en compañía de la menor y que esta, que ahora está embarazada, quería declarar.

A preguntas de la fiscal, en un relato lleno de vacilaciones y apoyado por su madre, la menor ha reconocido que recurrió al hermano del acusado, Lucian S. —al que conocía de su pueblo natal— para que éste le ayudase a escapar del club de Medina del Campo en el que, denuncia, era obligada a ejercer la prostitución.

Lucian S. la puso entonces en contacto con su hermano, Danut S., residente en Santiago de Compostela, quien, ha explicado la víctima, le dijo que podía desplazarse hasta la capital gallega para cuidar de su hijo, dado que su mujer iba a regresar de Rumanía con el pequeño.

Según el relato de la víctima, Danut S. la recogió en taxi delante del club de alterne de Medina del Campo con "unos 300 euros" en metálico y "sólo con la ropa que llevaba puesta". En este club, ha contado, dejó la documentación, que le había retirado la compatriota con la que había venido de Rumanía.

Durante el trayecto hasta Santiago, el principal acusado —Danut S.— le contó que debía prostituirse para pagar "la deuda" generada por su traslado, así como para contribuir a los gastos de la casa. El hombre, ha explicado, conocía que ella era menor de edad.

Pagos al dueño del club

La menor ha contado también que fue el dueño del club, Manuel M., el que dio el dinero a Danut S. para ir a buscarla a Medina del Campo y traerla hasta Santiago, por lo que dio por hecho que ambos "habían hablado" de ella. El mismo día de su llegada a Santiago, ha narrado, el gerente del club llegó en su coche y la trasladó hasta La Perla.

La joven ha contado que Manuel M. no le pidió en ningún momento su documentación que, sostiene, no tenía en su poder porque se había quedado en el otro club. La Policía no localizó en ninguno de los registros la supuesta documentación falsificada de la menor y que Manuel M. afirmó haber visto.

Fue también Manuel M. quien, según el relato de la víctima, le explicó el funcionamiento del club. A mayores, la menor ha contado que el gerente del club se llevaba una comisión de sus servicios y otra parte para "pagar la deuda" generada por su traslado a Galicia.

Aunque ha mantenido que Manuel M. no empleaba la violencia hacia ella, la víctima ha contado que no disponía de teléfono móvil y que no se le permitía salir al exterior del club. Uno de los dos acusados era el encargado en todas las ocasiones de llevarla y traerla desde su casa, de la que la joven tampoco podía salir sola.

AMENAZAS

La víctima ha contado que acudía al club a ejercer la prostitución porque Danut S. "se lo decía" y que en una ocasión en la que le dijo que no quería seguir yendo le pegó y la amenazó. La joven ha narrando cómo su compatriota consumía importantes cantidades de alcohol y drogas y que ella no deseaba seguir viviendo con él.

Desde su llegada a Rumanía, ha contado la joven, ella y su familia han sido "amenazadas" por la familia de Danut S. para no declarar contra el acusado y sienten "miedo" por las consecuencias de su relato.

Abuso de las circunstancias

Durante las conclusiones, la fiscal ha mantenido los cargos de detención ilegal y de determinación coactiva a una menor al ejercicio de la prostitución para ambos acusados, aunque ha retirado los cargos por falsificación de documentación en el caso de Danut S.

En su última intervención, la fiscal ha considerado que ambos acusados "abusaron" de las "circunstancias personales" de "vulnerabilidad" y "necesidad" de la menor, que "no sabía que venía a ejercer la prostitución" y se encontraba en España "sin documentación" y sin contacto con su familia o conocidos.

La fiscal ha señalado que la joven, de la que "era apreciable" su minoría de edad, era una "víctima propicia para la trata" y ha criticado que el entorno familiar del acusado esté ejerciendo presión y "coacción" sobre en entorno de la víctima en Rumanía.

Por los cargos, la Fiscalía pide 10 años de cárcel para Danut S. y ocho para Manuel M. A mayores, solicita que se les prohíba acercarse a menos de 500 metros de la joven por un periodo de cinco años, los mismos en los que reclama libertad vigilada para ambos.

CONTRADICCIONES

Por su parte, la defensa de Danut S. ha criticado las "contradicciones" en las que ha incurrido la víctima en sus distintas declaraciones y ha considerado "más que probable" que "supiese que no venía a España a cuidar ningún niño".

Tras reiterar la versión dada por el acusado de que la menor disponía de teléfono móvil y de las llaves de la casa y que podía salir sola, la abogada de Danut S. ha indicado que "no hay pruebas suficientes" de que estuviese "retenida" o "sometida" por su defendido. "Lo hacía porque quería", ha sentenciado la letrada, que ha reclamado "presunción de inocencia" para su cliente.

En la misma línea, el abogado de Manuel M. ha reiterado la inocencia de su defendido y ha señalado que "no se cumplen ninguno de los requisitos" para asegurar que participó en la retención de la menor.

"No estamos discutiendo si la conducta es moral o no", ha explicado el letrado, al tiempo que ha indicado que los hechos no están "probados" y que Manuel M. "en nada coaccionó a la menor" para ejercer la prostitución. "Ella quería trabajar y engañó a mi cliente diciéndole que era mayor de edad para trabajar", ha apuntado el letrado.

Antes de que el juicio quedase visto para sentencia, Manuel M. ha pedido la palabra para reiterar su inocencia y asegurar que se siente "engañado" y "utilizado" por la víctima, que le "enseñó una documentación falsa" que decía que era mayor de edad. "Me considero inocente y engañado. Traté de ayudarla en todo lo que necesitaba", ha concluido el dueño del club de alterne.

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