Dos personas han fallecido este martes por la mañana cuando les ha caído encima parte de un muro en Terrassa (Barcelona) a causa del fuerte viento que azota Cataluña, según ha informado un portavoz de la Dirección General de Protección Civil de la Generalitat. Una tercera persona falleció el lunes por la noche en un accidente de tráfico, cuando la caravana en la que viajaba volcó a consecuencia del viento.

Las víctimas de Terrassa son un joven de unos 27 años y una mujer de mediana edad, según ha informado el conseller de Interior, Ramon Espadaler, aunque el alcalde de la localidad, Jordi Ballart, ha indicado a Europa Press que se trata de una chica de entre 15 y 17 años. El municipio ha decretado dos días de luto.

El accidente se ha producido poco antes de las 13.30 horas cuando se ha derrumbado un muro de una antigua fábrica de electrodomésticos en la avenida Jaume I con la calle Calella, en la plaza de la Dona de la cocapital vallesana, según ha informado el Ayuntamiento. El alcalde ha asegurado que el edificio, conservado por su valor histórico, no estaba en mal estado.

La tercera víctima mortal es una mujer de 60 años y nacionalidad sueca que viajaba como copiloto de una autocaravana que, a consecuencia del viento, volcó el lunes a las 20.30 horas y se precipitó desde una altura de diez metros en la autopista AP-7 entre Vandellòs y Hospitalet de l'Infant (Tarragona), según ha informado este martes el Servei Català de Trànsit (STC). El conductor del vehículo resultó herido de carácter menos grave.

El conseller de Interior ha comparecido al mediodía para informar de las afectaciones provocadas por el fuerte viento que afecta a Cataluña, que han obligado a elevar de alerta a emergencia el plan de Protección Civil, lo que en la práctica supone limitar las actividades de ocio al aire libre. Ha vuelto a comparecer hacerlo a media tarde, tras reunirse los departamentos de Enseñanza, Bienestar Social y Salud, para activar medidas conjuntas de prevención.

Precisamente, los alumnos de dos colegios de Terrassa y en Sabadell han sido confinados por la caída de árboles y no saldrán hasta que sus padres vayan a recogerlos, según ha informado el conseller. Y es que esta primera ciudad ha registrado golpes de viento de hasta 134 km/h, uno de los registros más altos en zonas poco acostumbradas al viento. En Portbou, donde es habitual la fuerte tramuntana, la racha máxima ha llegado a los 151 km/h, igual que en Boí (Pirineo), y en el santuario de Queralt (Barcelona) ha llegado a los 176,7, la más alta desde 2001. En Girona alcanzó los 100 km/h, uno más que en el observatorio Fabra de Barcelona.

Dos personas han resultado heridas de carácter leve cuando el viento ha derribado tres paradas de la tradicional feria navideña de Santa Llúcia en Barcelona, que ha sido cerrada de manera temporal por recomendación de los bomberos. El Distrito de Ciutat Vella y la Organización de Asociación de Vendedores de Feria de Santa Llúcia han decidido no abrir hasta que amaine el vendaval.

El viento ha hecho caer las tres casetas de la feria ubicada en la avenida Catedral de Barcelona cuando había visitantes y vendedores en la zona, aunque sólo dos de ellos han recibido el impacto y les ha causado heridas leves. Los dos heridos han sido trasladados a centros hospitalarios por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y los Bomberos.

Tras este accidente, el Ayuntamiento de Barcelona ha elevado a las 13.32 horas a fase de emergencia el Plan Básico de Emergencia Municipal por viento, que había activado esta mañana en fase de alerta. Entre las 08.00 y las 16.30 horas de este martes los Bomberos de Barcelona ya han realizado 75 salidas por incidencias relacionadas con el viento en la ciudad, la mayoría por caída de cornisas, árboles y ramas, toldos y tejados.

Además, el viento también ha hecho saltar parte de la capa impermeable y del material aislante de la cubierta del Polideportivo de Can Dragó, dejando al descubierto las placas del techo del equipamiento. Este incidente no ha causado heridos y en estos momentos los Bomberos de Barcelona y técnicos de Hábitat Urbano sanean la cubierta y supervisan los trabajos.

Ante la caída de ramas y árboles, el consistorio barcelonés ha decidido cerrar al público todos los parques públicos de la ciudad, así como el Museo Blau, de ciencias naturales, por desprendimientos en su tejado. Asimismo, ha cerrado el agua de fuentes públicas ornamentales como la del Paseo de Gracia con Gran Vía; las Fuentes Bessones; la Fuente de Diana; la Fuente dels Voluntaris; y las Fuentes de Sydney. También ha recomendado a los colegios anular todas las actividades al aire libre.

El maquinista de un tren de la línea de Cercanías R3 ha resultado herido al descarrilar esta mañana de martes el convoy que conducía debido a la caída sobre las vías de un árbol por el efecto del fuerte viento, entre las estaciones de Les Franqueses y Centelles (Barcelona). Según ha informado Renfe, el descarrilamiento del tren de la línea R3 ha obligado a interrumpir el servicio entre ambas estaciones, y el maquinista ha sido trasladado a un hospital. Según Espadaler, el maquinista se encuentra herido grave en el hospital de Granollers y podría perder una pierna.

Según ha informado la compañía Renfe, la circulación en esta línea está suspendida y los técnicos de la empresa han evacuado a los pasajeros que han quedado atrapados en trenes que no han podido continuar su recorrido. También está interrumpida la línea R4, entre las estaciones de Sabadell Sur y Terrassa, también por la caída de árboles en la vía. En este tramo, Renfe ha recomendado usar los servicios de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) que enlazan Manresa, Terrassa y Sabadell con Barcelona.

Los Bombers de la Generalitat han hecho casi mil salidas durante este martes a causa del fuerte viento. Los bomberos han actuado sobre todo en las comarcas del Vallès Occidental y del Barcelonès, donde han tenido que retirar árboles, ramas y otros objetos que han caído a la vía. El teléfono de emergencias 112 ha recibido 1.170 llamadas hasta primera hora de la tarde.

Uno de los municipios más afectados por los fuertes vientos ha sido Ripollet (Vallès Occidental), donde la brigada municipal ha actuado para retirar los numerosos árboles caídos a causa del viento, algunos en zonas tan céntricas y transitadas como la Rambla de Sant Jordi o la calle Balmes.

En un parque cercano, el viento se ha llevado un árbol y una farola. Los árboles que han quedado dañados los han derribado los operarios para evitar que cayesen y provocasen males mayores. La policía municipal ha acompañado a los operarios y ha ido cortando las calles para que se pudiesen llevar a cabo tareas de limpieza.

Por otro lado, más de 42.000 abonados se encuentran sin suministro eléctrico a causa de los fuertes vientos que azotan Cataluña, según Fecsa Endesa. En concreto, a las 16.15 horas, había 30.000 afectados en las comarcas barcelonesas del Vallès Oriental, Vallès Occidental y el Maresme, unos 9.800 en la provincia de Girona y otros 3.000 en la Catalunya central. La mayoría de incidencias son debidas a la caída de árboles sobre líneas eléctricas y protecciones, así como las desconexiones automáticas para evitar mayores complicaciones.