Exponen la colección de fotos eróticas en la nieve del Tirol del pintor austríaco Alfons Walde

  • Amigo de Klimt y Schiele, el artista usaba las fotos de desnudos femeninos sobre la nieve como apuntes para los paisajes alpinos que le hicieron famoso.
  • El museo WestLicht de Viena exhibe 120 imágenes de los años veinte y treinta que permanecieron olvidadas durante décadas en una caja.
  • Walde fue un pionero en el uso de las recién patentadas películas a color Agfa y dejó unas 2.000 diapositivas en su gran archivo erótico personal.
Una de las fotografías que Walde tomaba en su cabaña del Tirol
Una de las fotografías que Walde tomaba en su cabaña del Tirol
© Alfons Walde / Bildrecht 2014
Una de las fotografías que Walde tomaba en su cabaña del Tirol

El austríaco Alfons Walde (1891-1958) aparece en las historias del arte como uno de los grandes pintores de paisajes alpinos. Nacido y criado en el Tirol y enamorado de este estado federado y zona geográfica dominada por las montañas de los Alpes Orientales, con cumbres de casi 4.000 metros, gran parte de su obra plástica está relacionada por la fascinación por la alta montaña, la luz clarísima de las alturas y la presencia de la cordillera nevada.

Los óleos y acuarelas de Walde, un artista que gozó de gran reputación en vida, muestran lo imponente de la naturaleza alpina y también la diversión social de los deportes de invierno, que en Austria son una actividad popular practicada por la mayoría de la población. Esquiadores en las pistas, ascensos hacia las cumbres con figuras recortadas contra la línea de crestas, detalles de atuendos para el esquí, competiciones de saltos, refugios de montaña..., el artista no ocultó nunca el atractivo de la zona montañosa de Austria. Aunque pintó otros motivos, finalmente regresaba siempre a las alturas.

Artista correctísimo

Pese a la fama del artista —amigo del pintor nacional de Austria Gustav Klimt, del prematuramente muerto Egon Schiele (víctima a losd 28 años de la Gripe Española) y de otros protagonistas del esplendor de Viena como gran capital plástica centroeuropea, relacionado con la cercanía y ósmosis de la ciudad austriaca con Berlín, Walde no era un genio nato, sino un correctísimo artista más interesado en los placeres de la vida que en el éxtasis creativo. Ganó concursos conovocados para ensalzar los atractivos turísticos del Tirol, expuso en varios países, pero nunca pasó de ser un pintor de alcance regional.

El fotomuseo WestLicht de Viena desvela ahora una singular colección de obras de Walde, las imágenes eróticas sobre la nieve que tomó entre las décadas de los años veinte y treinta por placer —era un gran aficionado a la fotografía— y con cierta ansia utilitaria: quería que le sirviesen como apuntes para los numerosos cuadros de desnudos que pintó. Schaulust: Die Erotische Fotografie von Alfons Walde (Curiosidad: la fotografía erótica de Alfons Walde) reúne en una exposición, hasta el 8 de febrero, 120 fotos de la colección privada de fotos de desnudos del pintor.

'Espectacular descubrimiento'

Las obras de la antología, que el museo presenta como un "espectacular descubrimiento", proceden de una caja que había permanecido olvidada durantre décadas entre las posesiones que Walde dejó al morir. El archivo contiene unos 250 rollos de película en blanco y negro, hojas de contacto e impresiones y, lo más destacado, unas dos mil diapositivas en color de película Agfa, tomadas cuando este tipo de emulsión acababa de ser comercializada por la firma belga.

Las fotos del pintor se exponen en yuxtaposición con algunos de los cuadros para los que sirvieron como inspiración. Aunque los organizadores de la muestra hablan de una "mirada lujuriosa" que acerca a Walde a la "pornografía", lo cierto es que las fotos son, con alguna excepción (una pareja que hace el amor y que insipiró el cuadro Lovers), bastante recatadas y tienen la inconfundible intención de servir como estudios anatómicos previos a los óleos.

"La íntima relación entre el pintor y sus musas se vuelve evidente y las fotografías son un juego previo en todos los sentidos de la expresión", insisten no obstante y con animosidad de picardía desde el museo vienés.

Refugio diseñado por él mismo

La mayoría de las fotos fueron hechas en el refugio de montaña que Walde diseñó y construyó en 1929 —era arquitecto aunque ejerció poco— cerca de la cumbre del monte Hahenkamm (1.712 metros de altitud), situado al sur de Kitzbühel, ciudad natal del artista.

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