Santiago de la Sotilla, letrado de Iván Granados Peña durante el interrogatorio que se le practicó el 14 de junio de 2004 en las dependencias de la Guardia Civil de Guzmán el Bueno de Madrid.

"Me lo pidió una compañera, porque era su primera asistencia[...], accedí filantrópicamente a ayudarla, aunque no me apetecía nada", asegura el testigo. La compañera, algo nerviosa, olvidó su carnet profesional, por lo que De la Sotilla accedió también a firmar la declaración.

Una vez ante Iván Granados, los letrados le preguntaron cómo le habían tratado: "Nos dijo que bien", asegura.

Experiencia desagradable

No obstante, y a pesar de la correción de la guardia civil, el abogado recuerda la experiencia como muy desagradable: "Se me hizo larguísimo, fue un gran transtorno", asegura.

A la semana, y después de que un familiar de De la Sotilla sufriera un atentado terrirista, "dejé el turno de oficio, porque no quería tener nada que ver con estos temas".

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