El polémico procesado Rafá Zouhier, presunto enlace entre la trama asturiana y los terroristas del 11-M, ha vuelto a la pecera en la sesión de hoy después de que ayer se le sacara tras mantener una fuerte discusión con varios de los acusados.

Todo comenzó a raíz de la declaración del preso islamista Kamal Ahbar, detenido en el marco de la operación Sello II, que encendió los ánimos de Zouhier y de varios de los acusados que están presos en la cárcel de Alcalá Meco (Madrid), entre ellos Basel Ghalyoun y Mohamed Larbi Ben Sellam.

Así lo manifestaron fuentes jurídicas, que precisaron que ese es el motivo por el que el acusado Zouhier permaneció ayer fuera del habitáculo blindado escuchando el testimonio del presunto islamista Kamal Ahbar, quien durante su declaración, el pasado viernes y ayer mismo, inculpó a este procesado, que, según él, y junto a Antonio Toro, facilitó los explosivos a los autores de la masacre.

Mofas

Según estas mismas fuentes, tras la declaración de Ahbar el viernes pasado, que fue solicitada por la defensa de Zouhier, Antonio Alberca, varios de los acusados que están presos en Alcalá Meco —donde también está internado Ahbar— se mofaron de que su testigo le implicara, según lo relatado por el propio Zouhier.

En Alcalá Meco están encarcelados los procesados Basel Ghalyoun, Fouad El Morabit, Mohamed Larbi Ben Sellam y Rachid Aglif el Conejo.

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