Olmert se salva de tres mociones de censura

La ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, el primer ministro, Ehud Olmert (centro), y el vicepresidente primero, Simón Peres, ayer en el Parlamento. (EFE).
La ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, el primer ministro, Ehud Olmert (centro), y el vicepresidente primero, Simón Peres, ayer en el Parlamento. (EFE).
La ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, el primer ministro, Ehud Olmert (centro), y el vicepresidente primero, Simón Peres, ayer en el Parlamento. (EFE).

Tres mociones de censura presentadas ayer por la oposición contra el primer ministro israelí, Ehud Olmert, a raíz de los fallos en la conducción de la guerra en el Líbano, fueron derrotadas por los diputados del Gobierno.

Las mociones de censura, encabezadas por la del partido derechista Likud, cuyo líder es el ex primer ministro Benjamín Netanyahu, jefe de la oposición, se debatieron en una sesión extraordinaria del Parlamento

(Kneset), que se encuentra en un período de receso.

También el frente pacifista Meretz y el bloque ultranacionalista formado por el Partido Nacional Religioso (Mafdal) y el Partido del Judaísmo Unido de la Torá (Biblia), presentaron mociones destinadas a derrocar al Ejecutivo.

Las mociones fueron presentadas debido al informe de la Comisión Winograd, que investigó durante seis meses los errores de esa guerra y el lunes de la semana pasada responsabilizó personalmente de ellos a Olmert, al ministro de Defensa, Amir Peretz, y al ex jefe de las Fuerzas Armadas general Dan Halutz, quien dimitió en enero.

Se niega a dimitir

Olmert decidido a corregir los errores recogidos en el informe, se niega a dimitir y quiere "corregir rápidamente los fallos", para lo cual el Consejo de Ministros aprobó ayer una comisión ministerial y un equipo de asesores encabezado por el general en reserva y ex jefe de las FFAA Amnón Lipkin Shájak.

El pasado sábado, unos 120.000 manifestantes de todos los sectores exigieron en la Plaza Isaac Rabín de Tel Aviv la dimisión de Olmert, que hizo oídos sordos, y la de Péretz, líder del Partido Laborista, y su socio de Gobierno.

Varios legisladores laboristas optaron por ausentarse del recinto parlamentario en lugar de respaldar al Gobierno del que forman parte con la autorización de Peretz, quien les concedió la libertad de votar a conciencia, y no según la disciplina partidaria.

El ministro de Infraestructuras, el laborista Benjamín Ben Eliezer, advirtió antes del debate de que "hay que corregir y rápidamente los errores señalados por la Comisión Winograd".

Pero dijo que "si se anticipan las elecciones, esto significará el regreso de Netanyahu al poder" y un nuevo aplazamiento del proceso de paz con los palestinos, y con el mundo árabe, decidido a reconocer a Israel según una iniciativa de Arabia Saudí.

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