Dependiendo de nuestro tipo de trabajo tendremos que tener en cuenta unas medidas de protección distintas, pero todos, en mayor o menor medida, estamos expuestos a sufrir lesiones oculares que pueden agravarse y degenerar en dolencias graves.

Existen profesiones, como soldadores, carpinteros o químicos, en las que la seguridad ocular es obligatoria por ley.

Los equipos están compuestos por gafas de protección y pantallas faciales, y deben estar homologados por la Comunidad Europea como requisito de calidad.

Protegen de impactos, salpicaduras, gases, polvo y distintas radiaciones de luz (ultravioleta, soldadura, láser, etc.).

La forma de la montura o pantalla, la calidad y protección del filtro y el calibre o grosor, dependerá de la presencia y características de los factores anteriores.

Sin embargo, a veces pasamos por alto el cuidado de nuestra visión en otras actividades de bajo riesgo, pero que también pueden provocar alteraciones oculares.

Para las personas que conducen habitualmente, como transportistas, conductores de autobús o taxistas, es recomendable que lleven siempre a mano unas gafas de sol.

Eso sí, deberán estar homologadas, pues unas gafas malas nos perjudicarán en vez de beneficiarnos.

Existen distintos tipos de filtros, de 0 a 4. Para la conducción no se permite una absorción superior al 20% de luz,  pues restaría visibilidad, y se recomiendan los cristales polarizados, que eliminan los reflejos del asfalto.

Los que trabajen al aire libre también deberán protegerse de las radiaciones solares, sobre todo los relacionados con el agua o la nieve, ya que la nieve refleja hasta un 90% de luz solar.

En altitudes superiores a los 3.000 metros se recomienda un filtro 4 y escoger una montura de forma curvada que proteja también el lateral de los ojos.

La protección

Impactos: La máxima protección tendrá que ser capaz de soportar, sin romperse, el golpe que sufriría por el efecto de una bola de acero de 43 g de peso dejada caer libremente desde una altura de 130 cm.

Temperatura: En las fundiciones, el sistema de protección ocular tiene que resistir hasta 2.150 grados de temperatura media de la fuente.

Radiaciones láser: El grado del filtro protector necesario varía mucho, siempre dependiendo del tipo de láser (continuo, pulsado, etc.) al que se esté expuesto.

Protectores oculares: Las gafas pueden ser de montura universal, de cazoletas, de montura integral, adaptables al rostro...

Protectores faciales: Pantallas de soldador, de malla, plástico, tejidos anticalóricos o contra arco de cortocircuito.