Las Bardenas, porque la belleza también puede ser árida

Quien visita y recorre las Bardenas no olvida esta tierra de frontera, este paisaje único. La aridez de las Bardenas Reales, en el límite entre Navarra y Aragón, invita a los retos más apasionantes, y su geografía, entre páramos desérticos y roquedales desolados, adelanta el perfil de África o de algunas regiones de América.

Este extenso territorio de casi 42.000 hectáreas impresiona por lo similar que resulta al gran desierto del Mojave, en los Estados Unidos, sobre todo en la depresión de la Bardena Blanca. Situadas en el límite sureste de Navarra, lindante con Aragón, las Bardenas no contienen núcleos habitados, aunque las puertas de entrada a esta tierra de silencio sean Arguedas por el este y Carcastillo por el norte.

Una vez accedemos al interior de las Bardenas por cualquiera de las dos alternativas, veremos que el parque cuenta con tres panoramas distintos: el primero es el Llano, una meseta aislada y con una erosión muy pequeña; el segundo, la Bardena Blanca, de color blanquecino, que combina las planicies con los barrancos y con los cabezos, montículos extraños y muy característicos de la zona.

Finalmente, la Bardena Negra combina mesetas de distintas alturas. Sus increíbles formas han servido como telón de fondo para películas como Acción mutante, Airbag o la del agente 007 El mundo nunca es suficiente, entre otras.

Una de las fotos obligadas en el Parque Natural de las Bardenas es la del Castildeterra, imponente momumento natural que parece una pirámide truncada. No tiene pérdida: basta seguir las pistas balizadas de la Bardena Blanca. Luego, para obtener una buena panorámica general de la misma, lo mejor es acercarse al Mirador de Pilatos, ubicado en la Bardena Negra, en las cercanías de la Reserva Natural del Rincón del Bu.

La población de Tudela nos espera a media hora en coche de las Bardenas. Además de la Catedral y la Plaza de los Fueros, es imprescindible visitar el Palacio del Marqués de San Adrián, un gran ejemplo de arquitectura civil renacentista del s.XVI. Se accede sin problemes, puesto que en la actualidad es la sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED. Tudela forma parte de la Ruta Jacobea, tal y como atestiguan las conchas de bronce que se encuentran en el suelo.

A la hora de comer, los cogollos de Tudela gozan de justa fama, del mismo modo que  los cardos y las conservas de verduras de la zona, como los espárragos, los pimientos, los guisantes y las alcachofas.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!