La nueva depuradora de Legasa (Bertizarana) completa el tratamiento de aguas residuales que recibe el río Bidasoa. La instalación, que este martes ha sido visitada por el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno foral, José Javier Esparza, da también servicio a las localidades de Oronoz- Mugairi (Baztan), y Oieregi y Narbarte (Bertizarana), que alcanzan un millar de habitantes.

En el acto han participado también el director general de Administración Local, Francisco Pérez; la presidenta del Concejo de Legasa, Laura Andresena; el presidente del Concejo de Oieregi, José Nosellas; la presidenta del Concejo de Narbarte, Itziar Iriarte; el alcalde de Bertizarana, José María Echart; la alcaldesa de Baztan, Garbiñe Elizegi; y el alcalde del Concejo de Oronoz-Mugairi, Pablo Santerbas.

Ubicada en el paraje Aixtondoko, esta infraestructura atiende el vertido de los habitantes de todas estas localidades. En una primera fase, iniciada a finales de 2012, se conectaron a la depuradora las localidades de Legasa y Narbarte. En una segunda, acometida a partir de marzo de este año, se han sumado las restantes, según ha informado el Gobierno de Navarra en una nota.

En algunos casos, la conexión ha sido realizada a través de varios colectores: las aguas residuales de la zona norte de Oronoz se conducen a través de un emisor de 358 metros de longitud, mientras que para la zona sur ha sido necesario construir otro de 126 metros.

En el caso de Oieregi ha sido preciso llevar el vertido hasta el barrio de Tipulatze a través de un colector de 439 metros. Desde este punto y a través de otra conducción de 82 metros, las aguas son impulsadas a través de un pozo de bombeo hasta la depuradora.

La actual instalación está diseñada para tratar 437 metros cúbicos al día y en momentos de caudal punta, como puede ser una tormenta, admite hasta 1.049 metros cúbicos diarios.

Su coste, previsto en 3,4 millones euros, ha sido financiado en un 20 por ciento por el Gobierno de Navarra y en un 80 por ciento con el canon de saneamiento, que toda la población paga a través del recibo del agua y que gestiona la empresa pública del Ejecutivo NILSA, (Navarra de Infraestructuras, Locales, S.A.). Esta sociedad ha supervisado la obra, que ha durado 18 meses, y se encarga también del mantenimiento de las instalaciones.

Por otra parte, las fosas sépticas que hasta la fecha daban servicio a Narbarte y Legasa han sido demolidas, dándose por amortizadas tras más de quince años de funcionamiento.

Aguas abajo, las instalaciones de Oitz-Donamaria y Santesteban llevan años depurando los vertidos que recibe el Bidasoa, el principal cauce de la vertiente cantábrica en Navarra.

Por otro lado, cabe indicar que en 2013 el volumen total de agua residual tratada ascendió a 85.677.217 litros. Además de Legasa, en los últimos 20 meses se han acometido obras en Ablitas, Arrieta (Arce), Baquedano (Améscoa Baja), Esparza de Salazar, Ezcároz, Irurre (Guesálaz), Jaurrieta, Rada (Murillo el Cuende), Ripa (Güesa), Uztárroz y Vidángoz.

El pasado 17 de noviembre fue inaugurada la depuradora de Eslava, que da servicio a 133 personas y constituye un ejemplo del esfuerzo en infraestructura hidráulica realizado en poblaciones de muy baja densidad de población.

Posibilidad de visitar las depuradoras

Legasa, como todas las depuradoras de Navarra, se incluye en la oferta educativa de NILSA. Las inscripciones y solicitud de información las puede realizar cualquier persona, centro educativo o asociación, a través de la página web www.nilsa.com. Las visitas se realizan siempre en compañía de una persona experta, dado que son instalaciones con ciertos riesgos y cuentan con protocolos de seguridad muy estrictos.

Un total de 29.452 personas han participado en este programa desde su puesta en marcha en 1999. De los grupos atendidos entre septiembre de 2013 y junio de este año, 203 optaron por el castellano como idioma para las actividades, 96 por el euskera y 4 por el inglés. La zona que más visitas recibe es la Ribera, seguida de la zona norte.

Las actividades más demandadas son las que se realizan en el exterior, como talleres en el río y visitas a las depuradoras. Además, las personas participantes valoran la formación recibida al finalizar la visita. En este sentido, el año pasado la valoración media de profesorado y alumnado de centros educativos fue de 4,5 puntos sobre 5.