El Gobierno de Extremadura ha recibido llamadas de "numerosas instituciones", entre ellas el Ayuntamiento de Mérida, "interesadas" en la compra del palacio que ha servido hasta 2011 como residencia oficial en la capital autonómica para los presidentes de la comunidad.

Además, una vez concluya la tasación del citado inmueble, el Ejecutivo regional escuchará a "todos" los interesados en su compra, según ha señalado la vicepresidenta de Extremadura, Cristina Teniente, quien ha garantizado que el uso de dicho inmueble será "un uso genuino y en beneficio de la ciudad de Mérida".

Asimismo, ha lanzado también el mensaje para los sucesivos presidentes de la región de que cada uno de ellos se pague "su propia casa", al igual que según ha recalcado está haciendo desde que ostenta el poder en la comunidad el actual jefe del Ejecutivo extremeño, José Antonio Monago.

En rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno autonómico de este martes en Mérida, la vicepresidenta ha señalado también que la venta del palacio que ha servido como residencia oficial para presidentes regionales supone una "medida de ahorro" y "un gesto" para incidir en la eliminación de unos "privilegios" que, según ha indicado, "no tienen razón de ser".

En esta línea, ha subrayado que el inmueble en cuestión "ha simbolizado durante 30 años los privilegios de la vieja política" en la región, al tiempo que ha incidido en que aquéllos se han ido "eliminando" durante esta legislatura a través de determinadas medidas de gestión y normativas.

CRÍTICOS

Asimismo, en alusión a críticos con la venta de la residencia oficial, ha lamentado que "son los mismos que dejaron arruinada a la ciudad de Mérida" y "son los mismos que dejaron en una situación desastrosa al Festival de Teatro de Mérida".

Igualmente, ha insistido en que "los extremeños no entienden que un presidente tenga que vivir en una vivienda de más de 2.000 metros cuadrados con jardín y con piscina a costa de sus impuestos", al tiempo que ha considerado que esto supone "un privilegio del siglo pasado".

En este sentido, ha explicado que el mantenimiento del citado inmueble costó en la pasada legislatura aproximadamente un millón de euros, algo que a su juicio supone "político de otro tiempo" que "no cabe en la nueva política".

Cada presidente que pague su casa

Cristina Teniente ha resaltado también durante su comparecencia que el presidente Monago "demostró desde el primer día que puede pagarse y que se ha pagado su propia casa", como según ha recordado "hace cualquier familia extremeña" y "la mayoría de los presidentes autonómicos".

En este punto, ha señalado que "casi ningún presidente autonómico disfruta" del "privilegio" de contar con una residencia oficial, en tanto que "12 comunidades autónomas no tienen residencia oficial destinada a sus presidentes".

Reunión con acedo

Por otra parte, la vicepresidenta ha apuntado que el presidente regional mantendrá un encuentro en breves fechas con el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, para abordar como "eje central" el Estatuto de Capitalidad para la ciudad emeritense, así como para tratar cuestiones sobre inversiones y "proyectos futuros" en la misma.

Cabe recordar que Acedo ha mostrado su desacuerdo con la puesta a la venta del inmueble de la residencia oficial de presidentes autonómicos.

AHORRO

Por otra parte, Cristina Teniente ha explicado que el hecho de que el presidente Monago resida en su propia casa en Badajoz y no en la residencia oficial para jefes del Ejecutivo autonómico supone una medida de ahorro para los extremeños.

"Es cero la seguridad, porque se paga exactamente igual que se pagaba la anterior, con una diferencia, menos escoltas que el anterior presidente, y lo paga el Ministerio del Interior", ha señalado, al tiempo que ha incidido en que "no hay dietas de desplazamiento" por parte de Monago y en que "el único gasto que se incurre es el del coche en ir y venir a su domicilio en Badajoz".

"Es un millón de euros (en coste de mantenimiento en la anterior legislatura) frente a cero", ha concluido como cuantificación del gasto que puede suponer el hecho de que Monago resida en Badajoz.