Marqués de Sade: 200 años después de su muerte sigue sin tener sádico que lo suceda

  • Dos siglos después las obras del marqués que pasó 27 años en prisión siguen siendo referencia: 'Juliette', 'Justine' o 'Los 120 días de Sodoma'.
  • De su apellido nació el nombre que la RAE recoge: 'sadismo'.
  • Hijo de un noble y una beata metida a monja, educado por un tío cura y libertino, los escándalos y acusaciones por sodomía o pederastia lo persiguieron siempre.
Marqués de Sade
Marqués de Sade
MINIWARK /WIKIMEDIA
Marqués de Sade

Si para alguien se tejió la etiqueta: polémico, ése es el marqués de Sade. Controvertido y vestido a base de leyendas de él son obras a las que difícilmente se les puede quitar la X.

¿Porno de calidad? ¿Erotismo de alto voltaje? Mucho más, ni todos los detractores del mundo, y lo han intentado, han podido descalificar ni sus letras ni su pensamiento. Mucho menos le han llegado a la altura los autores y últimamente autoras que han seguido su estela.

El marqués de Sade, hace 200 años que moría (2 de diciembre de 1814), ya había trazado todas esas líneas que hoy tanto éxito tienen de la mano de E. L James. Grey al lado de cualquiera de los personajes de Sade es un completo mojigato.

En homenaje al marqués para unos Divino y para otros Satán el Museo Orsay (París) alberga la muestra Sade. Atacar al sol, en la que se rastrea su influencia en el arte moderno y se le considera el precursor de Picasso.

Hijo de un noble y una beata que se metió a monja siendo él muy niño fue educado por su tío, un sacerdote que se repartía entre las misas y las orgías. Pese a tan ajetreada, escandalosa y pervertida vida sexual como se le atribuye tuvo tiempo (27 años en prisión) de dejar unas cuantas obras. Entre ellas: Aline y Valcour, Justine o los infortunios de la virtud, La filosofía del tocador o Los 120 días de Sodoma.

De la 'A' a la 'Z': De su matrimonio por conveniencia a su fin en el manicomio

Alphonse. El nombre del marqués de Sade, casi olvidado por el título con el que siempre se le ha conocido era Donatien Alphonse François de Sade, nacido en París el 2 de junio de 1740.

Boda. Fue su padre quien cerró su enlace con la hija de una familia de la nueva nobleza, pese a que él estaba enamorado de otra joven. Aunque le dijo a su padre que quería casarse por amor y no por conveniencia se casó como su progenitor ansiaba. Su mujer aguantó durante años engaños, orgías y escándalos hasta que pidió la separación legal cuando Sade tenía 50 años. Se fue él entonces con una actriz arruinada con la que estuvo hasta su muerte.

Cárcel. Veintisiete años pasó encerrado el marqués de Sade en diversas fortalezas y asilos para locos. Entre las muchas acusaciones a las que hizo frente: vejaciones, sodomía y maltrato. Varias obras escribió en prisión, una de ellas los 120 días de Sodoma, una especie de catálogo enciclopédico de situaciones eróticas no exentas de dolor y crimen.

Demencia. Ése fue el diagnóstico médico que se le hizo al marqués: demencia libertina.

Ejército. Se alistó muy pronto en la caballería y llegó a ser capitán del regimiento del rey. Hay quien asegura que pese a sus posteriores ideas revolucionarias en aquellos momentos admiraba al rey. Otros cuentan que fue su padre quien le obligó a entrar en el ejército.

Fe. Ateo radical fue Sade además de como muchos lo han denominado 'erotómano'. Su fe estaba más inclinada hacia lo terrenal.

Guillotina. Llegó a estar en las listas de condenados a la guillotina y es que en aquella época como aristócrata pertenecía a un orden político rígidamente jerárquico que moría en la guillotina con los reyes.

Hijo único. De familia aristocrática, fue el único hijo del conde de Sade y Marie Eleonore de Maille de Carman, de sangre borbónica y dama de la princesa.

Iglesia. Sus obras, imposible que hubiera sido de otro modo, estuvieron en el Index librorum prohibitorum (índice de libros prohibidos) de la Iglesia Católica.

Juliette. Por Juliette o las prosperidades del vicio y por la denominada entonces "infame" Justine fue enviado por última vez a prisión sin juicio. En el poder estaba entonces Napoleón.

Kurismaki. Hace sólo unos meses el cineasta finlandés Akis Kurimashi (Un hombre sin pasado) dijo: "No es capitalismo es sadismo". Tal y tan larga es la influencia del llamado por los surrealistas Divino Marqués, para quienes su talento como escritor y pensador estaba fuera de toda duda.

Libertino. Él mismo escribió a su mujer desde la cárcel: "Soy culpable de puro y simple libertinaje, que es algo que practican todos los hombres, más o menos según sus diversos temperamentos o inclinaciones". A los 5 meses de su boda ya fue arrestado y encerrado por escándalo sexual.

Manicomio. En el de Charenton pasó los últimos años de su vida (trece entre la prisión y el manicomio): hasta el día de su muerte: 2 de diciembre de 1814, lugar en el que le dejaron montar obras teatrales con los enfermos.

Negociaciones. Tres años ha asegurado el nuevo propietario del pergamino de Los 120 días de Sodoma haber estado para conseguirlo además de haber pagado siete millones de euros. El manuscrito ha sido asegurado en 12 millones de euros. Esta cifra lo convierte según la Agencia France Presse en uno de los tres originales más caros de Francia.

Obesidad. Los últimos años de su vida padecería el marqués al que todas las condenas referentes al sexo cayeron sobre él una importante obesidad que lo haría sufrir más de lo que ya conllevaba estar confinado hasta el último de sus días.

Pasolini. Aprovechó Pier Pasolini la obra de Sade Los 120 días de Sodoma para hacer una película: Saló o los 120 días de Sodoma que exaltaba el fascismo. Y es que de poca desventura, malinterpretación y leyenda se libró el autor.

Quema. Además de las casi contantes detenciones y  encarcelamientos y no pocas condenas a muerte, sufrió Sade la quema en efigie (representación del marqués) en una plaza pública.

Rescate. A principios del XX Apollinaire rescata la obra de Sade y la convierte en texto de referencia. André Breton, Georges Bataille, Jacques Lacan, Roland Barthes y Philippe Sollers son algunos de los que exaltaron las virtudes de los textos del marqués.

Sadismo. Desde 1834 la palabra 'sadismo' está en el diccionario en varios idiomas. Así lo recoge la RAE: sadismo: (De D. A. François, marqués de Sade, 1740-1814, escritor francés). 1. m. Perversión sexual de quien provoca su propia excitación cometiendo actos de crueldad en otra persona. 2. m. Crueldad refinada, con placer de quien la ejecuta.

Tiránico. "Travieso, tiránico e irascible" es como él mismo se definió, explicando que en su infancia le parecía que todo había de "ceder a su voluntad, que todo el mundo tenía que satisfacer sus caprichos".

Universal. Difícil ser más universal que él que ha dado nombre a una forma de placer sexual, el sadismo.

Vejaciones. En su obra probablemente más 'erótica', Los 120 días de Sodoma, se han contado más de 600 vejaciones y abusos a 40 chicas y chicos, sometidos al poder de cuatro hombres de entre 40 y 60 años. Escribió esta obra en 1785 mientras cumplía pena en su celda de la Bastilla. La condena: haber abusado de varias niñas.

Winslet. En la película Quills (2000), adaptación al cine de la pieza teatral homónima de Sade, Kate Winslet interperta a la joven lavandera Madeleine Leclerc. En el papel del Marqués está Geofreey Rush. Joaquin Phoenix y Michael Caine forman también parte del reparto.

X. Si algo fue considerada la literatura de Sade fue precisamente X, tan pornográfica como para ser constantemente censurada además de motivo de cárcel. Ahora bien, no hay que perder de vista el contexto de aquel París de costumbres relajadas y como ellos llamaban libertinas.

Yo. Personalidad egocéntrica la del Marqués de Sade, que hizo de la búsqueda del placer propio  su vida y su obra. La exaltación del 'yo' de este personaje es tan clara como sus letras.

Zapatos. Enemigo absoluto de Sade, Nicolás Edme Rétif dio total protagonismo a la fascinación masculina por los zapatos de mujer en muchas de sus obras.

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