Artur Mas apuesta por unas elecciones avanzadas en clave estrictamente soberanista y con una candidatura de los partidos favorables a la consulta soberanista definitiva que tenga la suficiente fuerza para ganar y para sumar otras fuerzas afines que se presenten por separado. Mas no ha hablado de fechas, porque no las sabe ni él, ha dicho, y ha abogado por una lista que se presentaría solo una vez "como un acto de servicio al país", y compuesta por partidos políticos, miembros de la sociedad civil y expertos favorables al Estado catalán.

Si gana la candidatura que encabece Mas en las elecciones avanzadas, el president se ha comprometido ante el auditorio a que no se volvería a presentar como candidato a la Generalitat en las elecciones de 2016. Y para reafirmar que no hay condiciones personales, sino de proyecto, ha indicado que podrá ser el primero de la lista o "también el último".

El periodo de gobierno sería de un año y medio como máximo y los partidos podrían volver a presentarse por separado en las elecciones de 2016. Una fundación creada expresamente se encargaría de la subvención de la campaña electoral.

"Ha llegado la hora de utilizar el único recurso que tenemos para realizar la consulta que se nos niega", ha afirmado Mas. Ha dicho que no es el mejor de los instrumentos pero "que no hay otro. Las elecciones sólo dependen de nostros, son legales por definición y no se pueden suspender ni invalidar. Es el único mecanismo disponible para saber la opinión de la ciudadanía", ha añadido.

"Siempre tuve claro que las elecciones se convertirían en la consulta si no había más remedio. Serían elecciones al Parlament de Catalunya según el ordenamiento jurídico estatal, para que se acabe la discusión sobre la legalidad", ha remarcado, apostillando: "Sólo avanzaré elecciones si es solo para hacer la consulta", en caso contrario, se harían a finales de 2016.

La hoja de ruta, según Mas, es la siguiente tras el resultado afirmativo de las elecciones en clave soberanista: el nuevo gobierno comunicaría al Estado, a la UE y a los organismos internacionales la voluntad de que Catalunya sea un Estado, abriendo negociaciones formales para acordar las condiciones justas y respetuosas para todas las partes implicadas en la constitución del nuevo Estado. Luego se pasarían a crear las estructuras necesarias e iniciar un proceso de participación ciudadana para preparar las bases de una futura Constitución catalana que sería aprobada en las elecciones del año 2016. Luego se proclamaría definitivamente un nuevo Estado mediante la convocatoria de un referendum a la ciudadanía catalana.

"Tendrá que haber una pregunta o un programa claro para obtener un resultado claro, saber si Cataluña quiere ser o no un Estado independiente, por lo que se trata de preguntar exactamente eso", confirma Mas, sabedor de que algunos partidos catalanes no querrán reflejar únicamente esa cuestión en sus programas electorales.

El president de la Generalitat confirmó su hoja de ruta en una conferencia titulada Després del 9-N: temps de decidir, temps de sumar (Tras el 9-N: tiempo de decidir, tiempo de sumar) que llevó a cabo en la tarde de este martes ante un  repleto Auditorio del Fòrum.

Mas comenzó diciendo que la comparecencia era "estrictamente personal" como presidente de la Generalitat, al margen del Govern. El president afirmó que queda "la parte más difícil del camino. Para orientar la política catalana "hay que saber si en Cataluña hay una mayoría clara partidaria de que sea un Estado, porque sin eso no será posible gobernar Cataluña con sintonía" entre ciudadanía e instituciones.

"El Estado está vaciando de contenido a las autonomías" y desde Cataluña se está "reaccionado de manera diferente", ha afirmado Mas en la introducción de su discurso, remarcando que el "anhelo de autogobierno forma parte consustancial de la identidad catalana", de antes y de ahora mismo. "Al Estado, el catalanismo lo ha ayudado en todo momento, en algunos de manera decisiva", ha indicado Mas.

Para Mas, una causa principal de lo que sucede es "el comportamiento del Estado, que ha fallado a la mayoría de catalanes". Las causas complementarias son la democracia (que impide el uso de la violencia y hace perder el miedo, dice el President) y la globalización, que diluye fronteras, "también mentales". El president ha recordado que el Estado ha "ignorado" las manifestaciones desde 2012, enalteciendo a la llamada "mayoría silenciosa".

"Siempre dejo la puerta abierta a un cambio de actitud de fondo hacia Catalunya por parte del Estado", ha dicho Mas, a pesar de considerarse escéptico al respecto. "No se puede devolver a los despachos aquello que ya es de la gente porque se lo ha ganado", ha dicho Mas, entre los aplausos del auditorio. Para el president, el 9-N fue una demostración de la capacidad de organización de Cataluña: "El 9-N Cataluña se hizo Estado y un país más libre".

En el Fòrum estuvieron presentes dirigentes del mundo cultural, económico y social de Cataluña y responsables de Òmnium Cultural y de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

El conseller de la Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, valoró este martes el gesto del presidente de ERC, Oriol Junqueras, de asistir a la conferencia del president Mas.

Josep Antoni Duran i Lleida, líder de Unió (UDC) desaconsejó este martes un adelanto electoral. Para Duran i Lleida, Cataluña necesita "estabilidad". Y ha cuestionado la viabilidad de la hoja de ruta soberanista de Esquerra Republicana (ERC).

El Gobierno ha asegurado este martes que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha dado "un paso más en su deriva independentista" y le ha advertido que seguirá velando por el cumplimiento de la ley, han informado a Europa Press fuentes de Moncloa. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha respondido de esta forma al anuncio de Mas de plantear un adelanto de las elecciones autonómicas "si son para hacer la consulta", proponiendo una lista única como respuesta a quienes quieren, según él, silenciar e inhabilitar el voto a favor de la independencia.

Este anuncio es para el Gobierno "un paso más en la deriva independentista de Artur Mas a pesar de que la mayoría de la catalanes no le acompaña y que cada vez cuenta con menos apoyo entre la sociedad catalana". "Cataluña necesita un gobierno que se ocupe de los problemas de las personas", ha defendido el Ejecutivo, que ha lamentado la "desatención" de los catalanes debido a las "obsesiones e intereses políticos de Mas". Finalmente, el Gobierno de España ha reafirmado su compromiso para "seguir velando por el cumplimiento de la legalidad y la defensa de los derechos de todos los españoles", incluyendo "los intereses y las preocupaciones de los ciudadanos de Cataluña".