«Estoy aprendiendo mucho y madurando. Llevo unos cuantos años dándome cuenta de que ya no soy una niña, aunque todavía estoy en un momento de cambio. No tengo las cosas muy claras en mi vida, soy muy joven y todavía no sé que voy a hacer el día de mañana». Arancha estudia Derecho y se ve trabajando en algo relacionado con su carrera. Es tímida, su voz es suave y piensa sus respuestas mirando hacia arriba. Algo está cambiando en su vida, entra en una nueva etapa. La universidad o sacarse el carné de conducir fueron para ella algunos de los síntomas.
Aunque no le gustaría volver atrás, porque «lo que viene no tiene por qué ser malo», recuerda su niñez con nostalgia. «Siempre estaba contenta. Me tiraba toda la tarde con mis amigas en el parque o jugando con mi hermano a los Playmobil».
De lo que más orgullosa se siente Arancha en su recién estrenado papel de adulta es de tener menos miedos:
«Saber afrontar mejor los problemas y dar el valor adecuado a las cosas.
Si tengo algún problema con alguien, no me peleo sin remedio, hablarlo es un síntoma de madurez».
Me gusta Madrid
Porque la gente es muy abierta y siempre te sientes como uno más.
no me gusta por Lo que cuesta ir de un lugar a otro. He vivido en Cuenca y no me acostumbro a salir una hora antes para estar en los sitios.
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