El cineasta Pedro Almodóvar ha entusiasmado la tarde de este jueves al público de la Filmoteca de Catalunya con una visita a Barcelona junto a la actriz Marisa Paredes para presentar la proyección de su película 'La flor de mi secreto' (1995), para conmemorar el XX aniversario de la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (Escac).

Almodóvar ha llegado puntualmente, donde numerosos fans se agolpaban esperando sonsacarle una rúbrica en cualquier soporte para sorpresa de los viandantes que desconocían la visita de Almodóvar.

Le ha recibido el director de la Filmoteca, Esteve Riambau, y tras mantener un breve encuentro han descendido hasta la sala Chomón para la proyección de la película ante unas 400 personas, además de bastantes de pie en el vestíbulo.

Almodóvar ha hablado de su pueblo natal, el manchego Calzada de Calatrava (Ciudad Real), donde no ha vuelto a vivir después de emprender su trayectoria cinematográfica, pero que sirvió de escenario de parte de este filme: "Nunca he decidido vivir de nuevo en mi pueblo, pero pertenezco a ese lugar".

De hecho, se ha confesado emocionado por una escena en la que aparece la característica tierra roja de la zona, y que es para el director "una emoción muy particular".

Marisa Paredes —protagonista del filme— ha asegurado que esta película le dio muchas posibilidades de expresar sentimientos muy íntimos: "Me levantaba a las seis de la mañana como si fuera a encontrarme con el primer amor".

"Ese era el impulso y emoción de ese Pedro detrás de la cámara", ha comentado, antes de recordar a Almodóvar como alguien absolutamente entregado diciendo palabras de forma profunda.

Desde entonces su relación con el cineasta tomó una forma definitiva: "Representa una parte fundamental de mi trabajo".