El Juzgado de Instrucción 3 de Tarragona ha suspendido la deportación del senegalés internado en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona, que había sido padre hace quince días, cuya esposa tenía los papeles en regla y que estaba tramitando su permiso de residencia por arraigo social, después de que sus abogados solicitaran la medida cautelarísima el miércoles.

La medida de paralizar de forma inmediata la deportación, que tenía que realizarse este jueves, fue solicitada también por la plataforma CIE NO a la Delegación de Gobierno, y en ambas se recordaba que el ciudadano no tenía antecedentes penales y que estaba retenido en el CIE sólo por su condición de irregular.

Según ha explicado la plataforma en un comunicado, las deportaciones exprés son cada vez más comunes y están relacionadas con los macrovuelos de deportación, que, "cuando la policía tiene conocimiento de que se va a producir, hacen persecuciones discriminatorias de personas del país de destino".

La plataforma critica que estas deportaciones provocan que la persona afectada pueda pasar de estar con su familia a encontrase a miles de kilómetros de ella en sólo 72 horas, provocando a su vez la vulneración del derecho a defensa.

"En la mayoría de ocasiones tienes no tiempo suficiente para conseguir la documentación que demuestre el arraigo, ponerla a disposición de un abogado y presentar un escrito de urgencia", han lamentado. En el caso en concreto del ciudadano senegalés, antes de su arresto, estaba pendiente de una cita este viernes en la subdelegación del Gobierno para continuar el proceso de regularización que había comenzado.