El conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, ha asegurado este miércoles que el Ejecutivo catalán lo tiene todo "listo" para defenderse de una eventual querella de la Fiscalía que, si se materializa, supondría, a su juicio, un "ridículo internacional extraordinario" del Estado.

La cúpula del Ministerio Público se ha reunido este miércoles para analizar la propuesta del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, quien defiende acusar al presidente de la Generalitat, Artur Mas; la vicepresidenta, Joana Ortega, y la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, de malversación, desobediencia, prevaricación y obstrucción a la Justicia o usurpación de atribuciones judiciales.

En unas declaraciones en La Xarxa, Homs ha aseverado que tienen "a punto los argumentos jurídicos" y ha augurado que será "fácil" defenderse de una querella por desobediencia contra el presidente catalán porque, en su opinión, lo que sucedió el 9-N en Cataluña no es un delito sino un movimiento "político".

Tras defender la legalidad del 9-N, el conseller ha lamentado la "confusión" del Gobierno central, que afronta la cuestión catalana como un problema "judicial" cuando es, ha dicho, un asunto político. "Son un poco como el Quijote con los molinos de viento: vieron —desde el Gobierno— unas imágenes el 9-N que no querían ver y atacan eso, y esto es muy ridículo", ha añadido.

El portavoz adjunto de ICV-EUiA, Joan Mena, ha exigido la dimisión de Torres-Dulce por "haber cedido al chantaje del PP" con su decisión de querellarse pues supone un "ataque" al derecho de autodeterminación y al "conjunto de los catalanes". "Si el fiscal general del Estado se cree la institución que representa, lo que debería hacer hoy mismo es presentar su dimisión, porque tenemos una Fiscalía que está de rodillas delante del poder político que representa el PP", ha argumentado el portavoz adjunto de ICV-EUiA en la Cámara catalana, quien ha agregado que la decisión de Torres-Dulce "se está intentando disfrazar jurídicamente un problema que en realidad es político".

El diputado de la CUP Quim Arrufat ha acusado a la Fiscalía de querer personalizar la causa catalana en una sola persona o partido (Mas y CiU), y le ha recordado que otras formaciones políticas dieron cobertura política e institucional al 9-N. Eso sí, ha asegurado que la querella era previsible y "certifica la función de la Fiscalía como un órgano puramente político que acata y hace de correa de transmisión de órdenes políticas que vienen de arriba", ha criticado.

El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, ha calificado de "gesticulación" el aval de la Junta de Fiscales a la querella. El republicano ha advertido que no cambia nada y que el proceso catalán sigue "con la misma fuerza" porque el Gobierno no puede frenar la voluntad de millones de personas "a golpe de querella"

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, ha calificado de error la querella y que detrás de la misma "se ve la mano del Gobierno". A su juicio, solo va a contribuir a echar más leña al fuego y "agravar los problemas de convivencia entre Cataluña y el resto de España". También la ha calificado de "error monumental" el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida.

Para C's, en cambio, la Fiscalía llega "tarde" porque "el mal ya está hecho". Lo ha dicho el portavoz de la formación, Matías Alonso, quien ha opinado que Rajoy ha perdido "toda su credibilidad" porque permitió que se celebrara el proceso participativo. "El Estado de Derecho estaba de vacaciones y desgraciadamente no estuvo vigente en Cataluña" el 9-N, ja sentenciado Alonso, quien por eso ha reclamado elecciones en Cataluña y España.