Las náuseas obligan a Letizia a dejar otra vez solo al Príncipe

Felipe almuerza solo con un grupo de empresarios en Ibiza. La pareja ha recibido un cachorro de podenco ibicenco de regalo. Esta tarde llegan a Formentera.
La princesa Letizia, durante su visita de hoy a Menorca.
La princesa Letizia, durante su visita de hoy a Menorca.
Reuters
La princesa Letizia, durante su visita de hoy a Menorca.

El Príncipe de Asturias alabó hoy el "modelo de equilibrio, tolerancia y pluralidad" que son las Islas Pitiusas, Ibiza y Formentera, penúltima etapa de la visita oficial de don Felipe y doña Letizia a las Baleares.

Dos islas en las que conviven cordialmente "la historia y el progreso", las costumbres más ancestrales y las tendencias más vanguardistas, "sin que pongan en peligro los valores paisajísticos" de ambas islas, afirmó el Príncipe.

Don Felipe y doña Letizia llegaron a Ibiza a las 11,30 horas, procedentes de Menorca, donde han pernoctado, y, como en días anteriores, la gente se echó a la calle para darles la bienvenida y felicitarles por su próxima paternidad.

En el centro de la ciudad, en el Paseo de Vara de Rey, presidido por una estatua que recuerda a este ilustre general nacido aquí, héroe de la Guerra de Cuba, un monumento inaugurado por Alfonso XIII, bisabuelo de don Felipe, los ibicencos tributaron un cariñoso recibimiento a los Príncipes, les mostraron su folclore ancestral y su rica artesanía.

Además, les regalaron un cachorro de podenco ibicenco, una raza canina autóctona, de apenas mes y medio de vida, color canela y de nombre "valent" (valiente).

Ciento un año después de la visita de Alfonso XIII, su bisnieto y su esposa fueron recibidos por el presidente del Consell de Ibiza y Formentera, Pere Palau, el alcalde de Ibiza, Xico Tarres, los del resto de municipios de ambas islas y por los abanderados de sus antiguas agrupaciones parroquiales.

En este "reducto de convivencia y progreso" que es Ibiza, en palabras del Príncipe, don Felipe aseguró que "España entera se siente orgullosa de vosotros".

"Todos sabemos -agregó- que esta evolución no ha debido ser sencilla, y encierra importantes riesgos de cara a un futuro en el que tampoco faltarán nuevas oportunidades".

"Nos dais el ejemplo -insistió- de haber sabido consolidar vuestra propia e inconfundible identidad, sin dejar de estar inmersos en las corrientes, ocasionalmente tumultuosas, del mundo de nuestros días".

En su nombre y en el de la Princesa, don Felipe renovó con esta visita "los lazos de sincero y especial afecto" que siempre unieron a la Familia Real con las Pitiusas, unas islas que a comienzos del siglo XXI "mantienen intacto su espíritu estético, emprendedor y perseverante" de siempre.

"Nunca -concluyó- os faltará el apoyo y el aliento de la Corona, así como mi compromiso personal e institucional de servicio a España, al que se une naturalmente la Princesa de Asturias".

Entonces la princesa Letizia abandonó el lugar en un coche oficial, de nuevo aquejada de náuseas causadas por su estado.

En el Consell, el Príncipe se reunió con empresarios del sector marítimo y aéreo, que informaron a don Felipe de uno de los principales problemas que tienen las islas, el del transporte.

Tras el almuerzo de Don Felipe con empresarios, autoridades insulares y locales, la pareja ha viajado a Formentera, en cuyo Ayuntamiento han visto los planos del hospital que paliará sus deficiencias sanitarias y que abrirá sus puertas, previsiblemente, en octubre de 2007.

De regreso a Ibiza, los Príncipes concluirán su corta estancia en las Pitiusas con una recepción a sus autoridades y representantes de la sociedad civil.

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