"Puse los ataúdes para denunciar que los ruidos del restaurante nos impiden descansar"

Un particular de Dénia (Alicante) ha colocado lápidas y dos ataúdes en su patio, colindante con el de un restaurante, para "espantar" a los clientes, según ha denunciado el copropietario del establecimiento.
Un particular de Dénia (Alicante) ha colocado lápidas y dos ataúdes en su patio, colindante con el de un restaurante, para "espantar" a los clientes, según ha denunciado el copropietario del establecimiento.
EFE
Un particular de Dénia (Alicante) ha colocado lápidas y dos ataúdes en su patio, colindante con el de un restaurante, para "espantar" a los clientes, según ha denunciado el copropietario del establecimiento.

"Encargué unas lápidas y ataúdes y los puse a la vista de la terraza interior del restaurante para manifestar mi descontento y cansancio por la alteración de mi calidad de vida". Así ha explicado Michel Kessous, de 69 años y nacionalidad francesa, los motivos por los que ha llevado a cabo esta curiosa y un tanto macabra iniciativa.

Y es que, según ha segurado a 20minutos, la tranquilidad con la que vivía junto a su mujer en un piso ubicado en la calle Cavallers de Denia, se vio truncada hace varios meses con la apertura del restaurante L'Escoleta, colindante a su vivienda.

Kessous ha explicado que los problemas comenzaron cuando los responsables del local comenzaron a "hacer regatas para instalar luz, así como a construir una escalera en una pared que es de mi propiedad".

Sin embargo, la gota que colmó el vaso de la paciencia de estos vecinos es "la contaminación acústica a la que estamos sometidos que nos impide disfrutar de nuestro derecho al descanso".

Y es que Kessous ha asegurado que "la turbina del extractor de humos hace un ruido exagerado", lo cual les impide "estar tranquilos en casa incluso con las ventanas cerradas, que son de climalit".

A eso se suma que "cuando cierra el local a la 1.30 o 2.00 horas de la madrugada, muchas noches se queda el personal con los amigos charlando hasta las 4.00 horas".

Abierto al diálogo

Según el vecino afectado, la situación más tensa tuvo lugar el pasado 27 de octubre cuando el propietario del establecimiento le increpó: "Se percató de mi presencia y me empezó a insultar haciendo gestos con la mano levantada, hasta que su mujer se lo llevó para calmarlo".

Pese a todo, Kessous ha asegurado que está dispuesto a llegar a un acuerdo amistoso, siempre y cuando los propietarios "vengan a hablar con nosotros, solucionen los problemas de ruidos y repongan lo que han hecho en nuestra pared". Además, ha añadido que "si hay un gesto amistoso por su parte, por mi parte recibirá el doble".

Por si no se produce este acercamiento, el residente ha advertido que estudia "denunciar el local por contaminación acústica".

"Busca conflicto y hacer daño"

Por su parte, Juan Carlos Villar, copropietario del local, ha asegurado que el vecino no ha parado de "molestar" para tratar de conseguir el cierre del establecimiento: "Este señor busca un conflicto y hacernos daño. Está deseando destrozar nuestro negocio y, con ello, dejar a nueve familias sin empleo", ha lamentado.

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