Nada mejor que un plato de cuchara sabroso y contundente para compartir el frío. Y más si estamos en los Pirineos; concretamente, en el único valle de los Pirineos catalanes de vertiente atlántica, el Valle de Arán. Aquí ese plato que el frío hace desear es la Olla Aranesa.
Es un plato típico de montaña que lleva alubias y garbanzos, junto a tocino, jarrete, costilla, gallina, hueso de jamón, además de cebolla y zanahorias. Al conjunto se le añade al final la longaniza y las butifarras. Esta receta típica del Val d’Aran destaca por su alto valor calórico proveniente de la carne y derivados; minerales como potasio, fósforo y hierro y vitaminas como B1, B6 y niacina.
La Era Òlhada es un acontecimiento gastronómico que se celebra en Pla de Beret en torno a la Olla Aranesa en el que diversos restaurantes de la zona ofrecen degustaciones a los asistentes. También se sirven patés, longanizas y vino.
Llegados a esta zona del pirinieo debemos aprovechar paz conocer otros de sus ricos productos. Las frutas del bosque –arándanos, fresas silvestres, grosellas y frambuesas— no sólo endulzan los postres sino que sirven para recetas de caza y otros platos. Además, queso, miel y verduras como caulets (coles). Otros platos típicos para saborear son el Cassís, el Aigua de Nodes o los Civets de ciervo, jabalí o rebeco.
A la hora de recorrer el Valle de Arán hay lugares y poblaciones que resultan obligados. Del Port de la Bonaigua a Montgarri o Tredòs, pasando por Arties, Vielha-Mijaran, Es Bòrdes o Bossòst. Visita obligada es Saut deth Pish, el bellísimo salto de agua del río Varradós de 35 metros de desnivel y que sigue su recorrido hasta desembocar en el Garona.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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