Un veterano espía y una mujer cruel y dominante protagonizan una trama que combina narcotráfico, poder y pasión en El Puñal, del escritor argentino Jorge Fernández Díaz, que, en una entrevista, sostiene que se trata de una "novela negra porque la política argentina es una novela negra".

"Es una ficción sobre la narcopolítica", explica el autor, que asegura que ha plasmado en su último trabajo muchas de las cosas que no había podido contar en su larga carrera como periodista.

Fernández Díaz (Buenos Aires, 1960), ha ambientado la acción en Argentina y en España porque, además de ser descendiente de españoles, el narcotráfico "es un fenómeno de ida y vuelta entre los dos países".

En El Puñal (Planeta), el escritor no retrata el mundo del narcomenudeo sino de lo que ha bautizado como "narco-caviar", los grandes envíos en barco desde Argentina a Europa con puerta de entrada en España.

Sus dos protagonistas, que el autor define como "héroes infames", son un viejo espía dispuesto a trabajar para el mejor postor (Remil) y una enigmática abogada española de fuerte carácter (Nuria) que "tiene algunos rasgos comunes con Cristina Fernández (la presidenta argentina), pero es un personaje inventado, creado de cero", asegura.

Un trabajo que le ha llevado tres años y en el que ha volcado su larga experiencia como un periodista "que ha visto la trastienda de la política y ha perdido la ingenuidad, sabe demasiado y se ve impulsado a escribir lo que sabe".

"El periodismo se detiene en lo que vas a poder probar, pero la literatura permite avanzar en la frontera de lo que sabes y no puedes contar", apunta.

"La ficción te permite contar estas cosas que sabes que ocurren" y "por eso cada episodio ocurrió pero de otro modo", continúa Fernández Díaz, que no oculta su "desencanto" por la corrupción de la política, la proliferación de "redes mafiosas" que se instalan alrededor del poder y también por la reacción de las sociedades.

"La política argentina va siendo poco a poco gansteril. No quiero involucrar a todos los políticos porque hay muchos honestos, pero la estructura de la política se vuelve gansteril, y no solo en Argentina sino en otros países", denuncia.

En Argentina, "los corruptos tienen una buena justificación a mano, es el principio de las mafias", opina el escritor, que lamenta también la "frivolidad de las sociedades, su analfabetismo cívico, porque presencian como suceden estas cosas sin escandalizarse".

"Es un desencanto tanto de la política como de la sociedad", resume Fernández Díaz, que en este trabajo ha contado con el apoyo de su amigo Arturo Pérez Reverte.

Tras Mamá, una historia íntima, La logia de Cádiz y Alguien quiere ver muerto a Emilio Malbrán, entre otras, Fernández Díaz asegura que no tiene ninguna novela a la vista y que disfruta escribiendo relatos breves para el diario argentino en el que trabaja, convencido de que "el periódico en papel sigue siendo la última trinchera del escritor".