«Pretendemos mostrar a los más jóvenes la relación que existe entre el alcohol y la violencia doméstica», señala Olga Coronado, responsable de la iniciativa.

¿Qué objetivo quieren transmitir a los jóvenes?

Concienciar a los jóvenes de  este problema, ya que están en una edad en la que empiezan a tener relaciones más serias. Lo importante es sensibilizarlos desde el primer momento de que el príncipe azul no existe.

El alcohol está presente en la violencia doméstica, ¿es algo generalizado?

Por supuesto que no. Según la Organización Mundial de  la Salud, el 50% de los casos de violencia doméstica están vinculados con el alcohol, pero el abuso del alcohol no es una relación causal. No todos los agresores beben ni todos los que beben son agresores.

¿Cómo se puede terminar con la violencia doméstica?

Consideramos que una de las mejores formas es mediante la información, por eso informamos y sensibilizamos tanto a la población en general como a las víctimas y a los agresores sobre los mecanismos que desencadenan los procesos violentos.

¿Los profesionales también deben formarse?

Tanto los profesionales de atención primaria, drogodependencias e incluso los medios de comunicación deberían ser receptores de primer orden. En un futuro investigaremos la violencia de género relacionada con otras drogas.

BIO

Nació en Sabadell hace 32 años. Tiene experiencia en el ámbito social y es coordinadora del Proyecto malva.