Chris Stein, exnovio de Debbie Harry y líder de Blondie, retrata a la primera 'chica it' del punk

  • El fundador, guitarrista y compositor del grupo se ha labrado una carrera paralela como fotógrafo, oficio que estudió en los primeros años del 'punk' y la 'new wave'.
  • Ahora edita el libro 'Negativo: yo, Blondie y el advenimiento del punk' y expone en Londres una selección de imágenes para celebrar el 40º aniversario de la banda.
  • Stein, que sigue tocando con Harry en directo y manteniendo la amistad, padece de pénfigo, una rara enfermedad autoinmune y lucha por el desarrollo de una cura.
Debbie Harry despliega un tabloide con el titular 'Las mujeres son solo unas esclavas'
Debbie Harry despliega un tabloide con el titular 'Las mujeres son solo unas esclavas'
© Chris Stein - From 'Negative: Me, Blondie, and The Advent of Punk' - Courtesy Rizzoli, Somerset House
Debbie Harry despliega un tabloide con el titular 'Las mujeres son solo unas esclavas'

A Blondie, una de las unidades musicales más longevas de la primera oleada de punk y la new wave neoyorquina de finales de los años setenta, aquella pandilla de visionarios garrulos pero amantes de las melodías pegadizas que tocaban día sí y día también en el CBGB, el garito-templo del Bowery neoyorquino, siempre le persiguió cierta fama de grupo de laboratorio. Frente a la arrolladora juventud y actitud destroyer de los Ramones, Talking Heads, Patti Smith o Television, al frente de Blondie estaba dando la cara y luciendo palmito una mujer de 30 años que había sido conejita de Playboy y modelo de fotos de porno suave.

Aunque hubo algún mosqueo por el uso descarado de Debbie Harry (1945) como chica it y ella apenas sabía modular la voz, el grupo era resultón: apostaban por la simpleza del pop de los años sesenta salpimentada con modales agresivos, las canciones eran buenas y tenían arreglos notables. De estas características tenía la culpa el líder, guitarrista y compositor del grupo, Chris Stein (1950), un tipo que manejaba primorosamente la fórmula del cuatro por cuatro. Blondie debutó en 1975, al año siguiente tenían contrato discográfico y en 1978 se convertían en mainstream con un tema que paradojicamente calcaba la fórmula electro-disco,Heart of Glass.

Pareja desde 1976 hasta 1989

Han pasado cuarenta años y el grupo, tras regresar a los escenarios en 2008, acaba de lanzar un nuevo disco, A Rose By Any Name. Harry, que ha desarrollado una notable carrera como actriz, sigue confiando en las mañas como compositor de Stein. Fueron pareja desde 1976, nunca se casaron y lo dejaron en 1989, pero siguen siendo amigos y han declarado que se entienden mejor que nunca.

Stein es noticia como fotógrafo porque acaba de editar en una editorial de altura (Rizzoli) su primer libro, Negative: Me, Blondie, and the Advent of Punk (Negativo: yo, Blondie y el advenimiento del punk). El volumen [208 páginas, 55 dólares], compuesto por imágenes que en su gran mayoría nunca se habían difundido, coincide con una exposición selectiva de fotos bajo el mismo título en la Somerset House de Londres. La muestra se inaugura el 5 de noviembre y acaba el 25 de enero de 2015.

Vampiresa y asesina

Aunque tanto el libro como la muestra contienen un desfile de retratos de notables a los que Stein tuvo acceso fácil desde su condición de estrella del pop —desde los ídolos de masas David Bowie e Iggy Pop, hasta bandas menos lustrosas como The Slits o Tom Tom Club—, el centro del objetivo del fotógrafo siempre fue la it girl Debbie Harry, aquella especie de muñeca de Hollywood que parecía al mismo tiempo, como escribió algún crítico, una vampiresa pop y una aniñada asesina de la Familia Manson.

Las fotos de Stein, sin ser deslumbrantes, resultan correctas y, sobre todo, son valiosas como memoria visual. No se trata de que Blondie, como dicen los organizadores de la exposición, fuesen el grupo "pionero" del punk, ni de que el fotógrafo tenga mérito para ganarse un lugar entre los grandes o el pan y al alquiler de no ser por su oficio de músico, pero, como diríamos en una conversación de café, las instantáneas tienen un pase. El diseño del libro, por cierto, lleva la firma de otra figura, Shepard Fairey.

En 1983 Stein fue diagnosticado con pénfido vulgar, una rara enfermedad autoinmune que afecta a la piel con la aparición masiva de ampollas que en ocasiones son dolorosas. El guitarrista la mantiene a raya con un tratamiento a base de esteroides y participa activamente en las campañas de asociaciones de afectados para intentar buscar una cura definitiva.

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