La enfermera puesta en cuarentena en Nueva Jersey denuncia el trato recibido

  • Kaci Hickox regresaba de Sierra Leona, fue interrogada en el aeropuerto y aunque no presentaba fiebre estuvo aislada horas hasta que fue trasladada al hospital.
  • En el hospital ha dado negativo de ébola, pero tendrá que estar 21 días aislada en cumplimiento de las nuevas normas aprobadas en Nueva York.
  • "Estoy preocupada por cómo el personal médico va a ser tratado cuando declaren que han estado luchando contra el ébola en África Occidental", ha declarado.
Una empleada de un aeropuerto controla a los pasajeros en busca de enfermos de ébola.
Una empleada de un aeropuerto controla a los pasajeros en busca de enfermos de ébola.
GTRES
Una empleada de un aeropuerto controla a los pasajeros en busca de enfermos de ébola.

La enfermera puesta en cuarentena en Nueva Jersey, primera persona afectada por las estrictas nuevas medidas estatales contra el ébola en el área de Nueva York, criticó este domingo el trato recibido por parte de las autoridades sanitarias.

En un artículo publicado en Dallas News, la mujer, Kaci Hickox, relató la experiencia vivida a su llegada al aeropuerto internacional de Newark el viernes, cuando fue aislada y trasladada a un hospital, donde dio negativo en las primeras pruebas de ébola.

Hickox regresó a Estados Unidos tras haber trabajado con Médicos Sin Fronteras en Sierra Leona, uno de los países más afectados por la epidemia, y fue automáticamente puesta en cuarentena pese a no presentar inicialmente ningún tipo de síntoma.

Según su relato, a su llegada al aeropuerto y tras explicar al agente de aduanas que había estado en Sierra Leona, la llevaron a una sala y fue interrogada por distintas personas vestidas con trajes protectores, que en muchos casos no se presentaron.

"Nadie me decía qué pasaba"

Allí se le tomó la temperatura por primera vez y no presentaba fiebre, pero aún así se la mantuvo durante tres horas en esa misma habitación.

"Nadie parecía estar al mando. Nadie me decía qué pasaba o qué me iba a ocurrir", explicó la mujer, que reside en Texas.

Cuatro horas después de su aterrizaje, un agente volvió a tomarle la temperatura en su frente con un escáner y entonces registraba 101 grados Fahrenheit (38,3 Celsius), algo que la enfermera atribuye al método utilizado y al hecho de que su rostro estaba enrojecido por el enfado de estar retenida sin explicaciones.

Posteriormente, tras otras tres horas en solitario en la misma estancia, fue trasladada al hospital universitario de Newark.

Allí se le volvió a tomar la temperatura por vía oral y nuevamente resultó normal, descartándose que sufriese fiebre.

A continuación fue sometida a un análisis de sangre en busca del virus del ébola, que resultó negativo, pese a lo que a priori tendrá que pasar 21 días aislada, en cumplimiento de las nuevas normas decretadas en los estados de Nueva York y Nueva Jersey.

"Estoy preocupada por cómo el personal médico va a ser tratado en los aeropuertos cuando declaren que han estado luchando contra el ébola en África Occidental. Tengo miedo de que, como yo, lleguen y vean un frenesí de desorganización, miedo y, lo peor, cuarentena", señaló Hickox.

La enfermera es la primera afectada por los nuevos protocolos, que van más allá de las directrices federales y que fueron puestos en marcha un día después de que se diagnosticase el primer caso de ébola en Nueva York en un médico que había trabajado en Guinea Conackry, otro de los países africanos más afectados.

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