Rockwell defiende que son personas y el dinero las que hacen las películas y la irrupción del 'crowdfunding'

El director de cine estadounidense Alexander Rockwell ha defendido este viernes que son las personas y no el dinero las que hacen las películas así como la irrupción en el mercado del 'crowdfunding', sistema de financiación que le ha permitido producir 'Little Feet', con la que compite en la 59 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
Alexander Rockwell (izq.) presenta 'Little Feet'
Alexander Rockwell (izq.) presenta 'Little Feet'
EUROPA PRESS
Alexander Rockwell (izq.) presenta 'Little Feet'

El director de cine estadounidense Alexander Rockwell ha defendido este viernes que son las personas y no el dinero las que hacen las películas así como la irrupción en el mercado del 'crowdfunding', sistema de financiación que le ha permitido producir 'Little Feet', con la que compite en la 59 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

El director ha reconocido que una de las escenas de la película, que protagonizan sus dos hijos (Lana y Nico), fue rodada con un cochecito de bebé, técnica muy barata en un mundo muy caro. "Esa es la prueba para ,í de que las personas hacen las películas y no el dinero, y eso siempre se lo cuento a mis estudiantes", ha precisado en la rueda de prensa posterior a la proyección.

"La humanidad es lo que de verdad hace cine", ha insistido el director, que narra a lo largo de una hora y en blanco y negro la historia de una familia compuesta por un padre que apenas aparece durmiendo y dos hermanos que, convencidos de que su madre, que enfermó y murió, está en el agua, deciden llevarse a su pez 'Ricitos' a un río para que haga amigos.

A la expedición de estos dos niños, convertidos prácticamente en los adultos de la historia, se suma Nene, un nuevo vecino que aporta un carro y una navaja suiza para emprender la aventura, en la que recorrerán las calles de Los Ángeles, donde toparán con extraños, con otros niños, con un río seco y, finalmente, con el océano.

La madre desaparecida está "muy presente" en la película, según Rockwell, quien se ha referido a la escena final de la cinta, cuando los niños sumergen sus pies en el agua, para destacar el poder de la intimidad en el cine y en su relación con el espectador.

Entrar en la "poesía infantil"

"Ellos no se dan cuenta (...) es extremadamente íntimo pero ellos no se dan cuenta, por eso la intensidad de la ultima imagen: los niños no son conscientes, por eso el gran poder del cine para mí es la intimidad", ha afirmado antes de confesar que el reto consistía para él en introducirse con una cámara en el mundo "de la poesía infantil", el del idioma de los niños.

A los niños, ha explicado, siempre hay que darles acción o estímulo y aunque en este caso los actores eran sus hijos, aboga por dar en este casos una "proyección lúdica" al trabajo porque, ha matizado, quería hacer de su trabajo una cinta con "imágenes frescas", para lo que optó por el grano de la imagen y un giro final hacia el color.

"Cuando son muy pequeños y dibujan, los dibujos son como los de los genios de la pintura, como Picasso, por eso quería hacer imágenes frescas con mis hijos, como las que ellos harían", ha incidido antes de sumar a éste su deseo de dar un "aspecto primitivo y antiguo" a una cinta que, por su frescura, es "efímera, no permanece".

Tras confesarse "conmovido" por los niños con sentido de la responsabilidad, como su hija Lana en la cinta, el director ha confesado que el paraíso sería, para él, compartir mesa con los "grandes directores de cine", aunque ha bromeado sobre su elección a la hora de sentarse en la mesa.

El arte,

De la gente

Aunque ha evitado entrar en cuestiones políticas, Alexander Rockwell ha subrayado la importancia de que sea la gente la dueña del arte y no los empresarios, afirmación a la que ha llegado después de poner en duda la existencia de "independencia" —"todo el mundo depende de algo, la cuestión es hasta qué punto estás dispuesto a depender de personas que quieren alterar tu visión"—, y de aplaudir la entrada en escena del 'crowdfunding'.

"En lugar de que la gente compre la entrada para ver la película, la compra antes... eligen qué película ver y la están apoyando", ha afirmado antes de confesar que este sistema de financiación ha "alentado sus esperanzas" en el cine ya que ofrece la posibilidad de "soslayar esos controles" y "evitar al portero".

El director ha confesado que su deseo ahora radica en que el público evoque la infancia, esa etapa en la que no se sabía "cuánto duraba un día" o cuando éstos acababan "porque se ponía el sol". "Me haría muy feliz y sería participar en un sueño colectivo que alguien que viniera a ver la película y viera algo personal suyo".

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