La crítica a la arrogancia del poder y a políticas inhumanas, esencias de la producción húngara 'Parkoló'

La crítica a la arrogancia que, en muchos casos, entraña el poder y a esas políticas que defienden que tanto pobres como ricos tienen lo que merecen, son la esencia de la producción húngara 'Parkoló', que se proyecta este jueves en la Sección Oficial de la 59 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
Bence Miklauzik (izq), director de 'Parkoló', en Seminci
Bence Miklauzik (izq), director de 'Parkoló', en Seminci
EUROPA PRESS
Bence Miklauzik (izq), director de 'Parkoló', en Seminci

La crítica a la arrogancia que, en muchos casos, entraña el poder y a esas políticas que defienden que tanto pobres como ricos tienen lo que merecen, son la esencia de la producción húngara 'Parkoló', que se proyecta este jueves en la Sección Oficial de la 59 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Así lo ha explicado su director, Bence Miklauzik, en rueda de prensa, momento en el que ha precisado que la cinta, ambientada en un aparcamiento al aire libre del centro de Budapest, tiene que ver con el poder: el que un empresario de éxito y adinerado busca ejercer sobre el dueño del aparcamiento para que le deje estacionar su Mustang en la única zona techada del solar, a lo que se niega 'Legionario', que vive en una caravana en el mismo lugar.

"Hay una persona que no tiene nada en la vida más que una caravana mientras que en el edificio hay otra, muy rica; son esos dos personajes los que entran en colisión en la película", ha afirmado el director, quien ha vinculado la elección del tema a la existencia que hay en Budapest de aparcamientos de esas características fruto de los cambios que ha experimentado la ciudad y el personaje del millonario, a la "extraña y pecualiar" historia de un hombre que vivía en un piso de oficina y quería contratar a un extra que caminara y se quedara quieto delante del edificio.

El Mustang, coche que el director siempre quiso tener de niño, es el tercer protagonista de esta historia, y su presencia no es una crítica al imperialismo sino su consideración como objeto de "amor" del empresario, que sólo tiene el coche en el marco de una vida y existencia vacías, de lo que se da cuenta al final de la película, cuando gana una apuesta con Legionario que, en realidad, le abre los ojos a su triste realidad.

"Es la crítica es a la persona arrogante que tiene dinero y poder y que cree que con eso lo tiene todo", ha señalado Miklauzik para, a continuación, reconocer que su cinta tiene influencias de 'western': el duelo de los dos personajes determinan la estructura y permite poner cara al conflicto.

La historia puede interpretarse, en su opinión, en clave de "tensión social" ya que los directores no son ajenos a la realidad del país donde trabajan. "El Gobierno ha favorecido la idea de que la gente de éxito que tiene bienes tiene el mérito por su propio éxito mientras que los indigentes se tienen que enfrentar a su propio problema... ha imperado l idea de que la gente tiene que buscarse la vida".

Tres semanas de ensayo y 35 días de rodaje permitieron ahondar en aspectos de gran relevancia en al película, como el lenguaje gestual, que en muchas ocasiones adquiere más importancia que los propios diálogos. "Necesitamos tres semanas para encontrar esta forma de narrar la historia y la interpretación, que no depende tanto de los diálogos sino de cómo se interpretan a sí mismos los personajes, incluidos los silencios", ha reconocido.

El actor que interpreta al Legionario estaba en su mente desde el comienzo pero le costó más encontrar al actor que encarnaría al rico y despótico empresario, sobre cuyos hombros recaía "buena parte de la historia" y que no sólo tenía que ser malo: "Tiene otros matices humanos y esa interpretación compleja, a veces amable y tierno, lo hace a la perfección este actor".

El cine en hungría

Director de tres largometrajes y tres 'TV movies' y convencido de que siempre hay que "experimentar", labor en la que la televisión ofrece una aportación "interesante" —"exige destrezas y permite mantenerte al día en el oficio"—, Bence Miklauzik espera el estreno de su película el próximo mes de enero y se confiesa defensor, al menos de momento, de la nueva vía de financiación abierta para el cine en su país.

"Hace cuatro años había un sistema basado en las subvenciones y desde hace dos años, hay uno nuevo y controvertido, porque se puso en funcionamiento sin diálogo con el sector, pero da la impresión de que puede funcionar: los fondos proceden de los impuestos de la lotería, lo que es una ventaja porque no depende de los presupuestos del Estado".

El cine húngaro que "desafía las estructuras políticas", hecho bajo presiones "muy intensas" y con el que se ha tratado de abrir el campo de debate a determinados temas, muchas veces complejos, le ha influenciado pese a su seriedad, por lo que se ha confesado más vinculado al cine checo, más marcado por el humor y la humanidad, y también al polaco, "donde la tradición nacional histórica es muy relevante".

La historia

'Parkoló' gira en torno a un conflicto por una plaza de un aparcamiento y un Mustang creado por el propietario del solar y el del vehículo. 'Legionario', como todo el mundo conoce al dueño del aparcamiento, es un hombre reservado y duro que vive en una caravana instalada en el terreno y, de noche, trastea con el bajo de una banda de heavy nórdica mientras proyecta imágenes de una torre de control en distintos lugares del mundo.

Su oponente en la lucha por la plaza de aparcamiento es un adinerado hombre de negocios que, entregado al cuidado de su Mustang, pelea con Legionario para que le permita aparcar en la única plaza cubierta con un techo y que, para su enfado, permanece siempre vacía.

Su manera de hacer las cosas, propias seguramente del estatus en el que cree encontrarse, le llevan primero a acudir al dinero como fórmula para alcanzar sus deseos, aunque éste pasará a la venganza cuando se da cuenta de que Legionario no cede a sus pretensiones: el suelo que ocupa esa plaza sirve para dar entierro a las aves que cuida y que mueren en su solar.

El envío de inspectores de consumo que puedan sancionar el negocio del propietario, la instalación por parte de un amigo del Legionario de una cámara en el interior de la autocaravana, el pago de otra de las personas de su círculo por limpiarle el coche y la adquisición del local frente al aparcamiento, donde se ducha el dueño, buscan acorralar y agotar la paciencia de el Legionario, que únicamente sucumbe con violencia cuando, por su cumpleaños, el trabajador del restaurante del que es propietario el empresario del Mustang le sirve ave para comer.

La historia paralela de una familia cuya vivienda da al aparcamiento y que vive agobiada por el mal humor de él, policía expulsado del cuerpo, y el acoso al que es sometido el niño en el colegio, además de la enfermedad del propietario del Mustang, harán que la historia dé un giro de 360 grados: una aventura, la intromisión en el pasado del Legionario, una apuesta de cuatro cervezas supuestamente ganada pero pagada con la vida.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento