Para ello ha contratado al mismo abogado que defendió a Bill Clinton contra las acusaciones de acoso sexual de las que fue objeto el ex presidente para que persuada al consejo del Banco de que no hay razón para dimitir.
Robert S. Bennet, el nuevo abogado de Wolfowitz, ha dicho que espera que el consejo no intervenga antes de que él y su defendido tengan tiempo para preparar su defensa.
Los defensores de Wolfowitz argumentan que sus errores están siendo exagerados por los directores europeos del Banco para así debilitar la posición de fortaleza de la que disfrutan tanto el propio Wolfowitz como el Gobierno estadounidense.
Bennet fue el pasado año el abogado de Judith Miller, la antigua periodista de The New York Times que fue encarcelada por negarse a divulgar sus fuentes ante un gran jurado.
En la cuerda floja
Con ayuda o sin ella, Wolfowitz está cada vez en situación más delicada.
Además de la petición de dimisión de ex altos miembros del Banco hecha pública ayer, en las próximas horas podría sumarse una declaración firmada por 25 vicepresidentes del banco en la que se dejaría claro que la mayor parte del personal del banco quiere que Wolfowitz se vaya.
Lo cierto es que al máximo responsable del Banco Mundial se le acumulan los problemas.
Además de las exageradas condiciones económicas concedidas a su novia, Shaha Ali Riza, en los últimos días Wolfowitz ha sido criticado por la actuación de uno de sus ayudantes de confianza, el salvadoreñó Juan J. Daboub, quien según fuentes de la institución eliminó las palabras "planificación familiar" y "cambio climático" de varios de los informes del banco, para así contentar al gobierno estadounidense.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios